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El Gráfico Chile
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Atlético Nacional parecía tener una tarea imposible para clasificar a semifinales de Copa Libertadores. Luego de caer por 1 a 0 en Argentina e ir perdiendo por el mismo marcador en sólo nueve minutos del partido de vuelta en Medellín, los colombianos estaban obligados a marcar tres goles para avanzar de ronda.
Sin embargo, los locales no se rindieron y el gol de Macnelly Torres al filo del descanso les dio una nueva esperanza y en el complemento conseguirían la hazaña. A seis minutos de iniciado el segundo timepo, Alejandro Guerra anotaba el 2 a 1 y sólo les faltaba un gol para eliminar a los trasandinos. Gol que llegaría en los cinco minutos de tiempo agregado con la anotación de Orlando Berrío para el 3 a 1 definitivo.
La algarabía se apoderó del estadio de Medellín y todos se abrazaban con la hazaña, pero el autor del gol tenía un destinatario especial para festejar: Sebastián Sosa. Apenas convirtió, el delantero se inclinó y le grito el tanto en la cara al portero de Rosario Central, lo que desató una pelea en la cancha y su posterior expulsión.
Ya más calmado, Berrío dio su versión de la polémica y aseguró que fue una respuesta por las provocaciones de los argentinos durante el partido, las que incluyeron insultos racistas. «Celebré el gol gritándole por algunas situaciones que habían pasado antes. Tenía el grito guardado y no debería haber hecho eso, pero fue una manera de desahogarme. Sólo me queda levantar la cabeza y reconocer que me equivoqué. Cuando dicen algo de tu color de piel, la verdad es que nadie se aguanta«, dijo el colombiano sobre la polémica celebración.
«El arquero me dijo algo y yo le conté al cuarto árbitro, pero me dice que no lo escuchó y me pidió disculpas. No estoy muy feliz por mi reacción, porque dejé a mi equipo con un jugador menos, y asumo mi responsabilidad», concluyó.
GRAF/GP