0 of 3
El Gráfico Chile
PUBLICIDAD
La despedida de Diego Milito estuvo plagada de emociones. El delantero argentino jugó su último partido y como tenía que ser, lo hizo vistiendo la camiseta de Racing de Avellaneda y marcando uno de los goles en la victoria por 2 a 0 ante Temperley.
Una vez finalizado el encuentro vino el homenaje al atacante y el público que llenó el Cilindro le rindió una ovación de pie. Todo esto mientras un emocionado Sebastián Saja, arquero y amigo del Príncipe, le entregaba una placa conmemorativa y se fundían en un abrazo lleno de lágrimas. Las escenas emocionaron a todo aquel que se aprecie como hincha de Racing, quienes no pararon de aplaudir a uno de los ídolos del club.
Pese a lo emocionante de la despedida de Diego Milito, hubo un momento que marcó el último partido del atacante argentino y se vivió en las tribunas con dos pequeños hinchas de la Academia. Como nadie se quería perder la simbólica última vuelta olímpica del delantero, un niño con la pierna derecha amputada le facilitó una de sus muletas a su amigo para que se pare sobre ella y viera a su ídolo para saludarlo.
La enternecedora imagen conmovió a Argentina y rápidamente se masificó por las redes sociales. «Casi siempre vengo a ver a Racing y es mi amigo de la cancha, pero no sé cómo se llama. Le di la muleta al otro chico porque es mi amigo y estábamos viendo que Milito estaba dando la vuelta y lo queríamos saludar», dijo Santiago Fretes, el pequeño de diez años que ya se había hecho famoso por sus habilidades futbolísticas.
«Con ese nene son amigos de la cancha. No sabe ni cómo se llama, pero siempre juegan. Los pibes ni miran el partido, es un mundo aparte lo que hacen ellos y son como 20 pibitos detrás de esa pared de casi un metro setenta. Santi hace rato que se trepa así cuando se le va la pelota o para mirar. El otro nene estaba a los saltos para llegar, entonces él le dio la muleta. Me emocioné y saqué la foto. Y al mismo tiempo pensé, ¡cuidado con las muletas, es el único par que tenemos! (sic)», relató la madre del niño, Sabrina Bonomo, sobre el emocionante momento que retrató.
PUBLICIDAD
GRAF/GP
