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El Gráfico Chile
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El sábado 18 de junio de 2016 será un día que tendrá que ser registrado en la historia del fútbol chileno. Esto porque la Roja concretó una de las mejores actuaciones de toda su historia al destrozar por 7-0 a México en cuartos de final de la Copa América Centenario.
El Levi’s Stadium de Santa Clara (California) fue testigo de una actuación sensacional, completa, llena de fútbol y contundencia por parte del Chile de Juan Antonio Pizzi, con un rendimiento superlativo que quedará en el recuerdo, pase lo que pase en el resto del torneo.
El primer tiempo fue de lo mejor que ha mostrado Chile en los últimos años, desde la llegada de Marcelo Bielsa en 2007, pasando por Claudio Borghi y Jorge Sampaoli. Con un juego vertiginoso, con pelota al piso y sumándole lo que le faltó en los anteriores cotejos: efectividad ante el arco rival.
Los goles de Edson Puch a los 15′ tras un remate de Marcelo Díaz que despejó Guillermo Ochoa y de Eduardo Vargas a los 44′ -tras gran jugada de un imperial Alexis Sánchez-, hacían justicia al marcador.
Pero el arranque del segundo tiempo fue sencillamente memorable, de manual, para mostrarlo siempre a las nuevas generaciones. A los 49′ Sánchez marcó el 3-0 tras una pared extraordinaria con Arturo Vidal.
Luego en una rafaga, la Roja liquidó todo con un instinto asesino que asusta. A los 52′ Vargas anotó su segundo tanto con un contragolpe letal, definiendo con clase ante la salida de Ochoa.
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Y a los 57′ llegó otro de Turboman tras otra gran jugada del tocopillano, que acumuló rivales antes de cederle el quinto tanto al del Hoffenheim. Y no se quedó allí, porque a los 74′ Vargas repitió para anotar el 6-0 tras una serie de rebotes.
Sobre el final vino el séptimo, a través de Puch (88′), que culminó otra contra de manual de Sánchez que combinó con Vidal y terminó con el tanto del iquiqueño que definió con un picotón ante el meta mexicano.
Un partido que es casi de ensueño y que seguramente se hablará por muchos años en nuestro país, ya que es la coronación de una generación brillante y que llevó a la Roja a alturas nunca antes vistas.
Lo único malo de este partido magistral fue la amarilla para Arturo Vidal que lo deja afuera de la semifinal ante Colombia y la lesión de Marcelo Díaz, que salió en camilla a los 56′.
Un día que vamos a recordar para siempre que debemos repetirlo. Sábado 18 de junio de 2016. México cero, Chile siete.
GRAF/FLB