El Gráfico Chile

Columna de la U: Nuevos refuerzos ¿Cómo nos preparamos para un nuevo campeonato?

Un cuestionamiento a los fichajes a los jugadores nuevos no identificados con el azul, como Christián Vilches, es el tema de la nueva columna de opinión de la U.

Por Vjera Leyton

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Directora de Investigación Asamblea Hinchas Azules

El fin de semana recién pasado, nuestra querida U jugó dos partidos amistosos en la IV región, donde pudimos ver el desempeño de algunos de los nuevos refuerzos, así como el funcionamiento a nivel colectivo del equipo plasmando el planteamiento técnico y táctico de Beccacece.

El primer encuentro, disputado con Deportes La Serena el viernes en La Portada, contó con escaso público de local y algunos miles de fanáticos azules. El partido concluyó con un pálido empate a uno. El gol azul lo marcó Yerko Leiva en el primer tiempo tomando un rebote en el área luego de un centro de pelota parada. En el segundo tiempo empató Cristóbal Marín para La Serena.

Fue un partido para dar rodaje al plantel, lo que se vio reflejado en los 22 jugadores que jugaron por la U, siendo solo Guillermo Díaz quien jugó todo el encuentro. Es más, Taiva entró al entretiempo y salió promediando el segundo lapso. Sin embargo, el lance sirvió para ver en cancha a los recién llegados Christian Vilches, Felipe Mora, Alejandro Contreras y Franz Schultz, quienes entraron de titulares y a Juan Leiva que entró en el segundo tiempo, todos de regular cometido.

El encuentro del domingo contra el equipo Pirata de Coquimbo fue de contundente resultado, pero bastante engañoso por el trámite del partido, especialmente por el desempeño del árbitro, quien nos favoreció con dos penales. En lo futbolístico, el equipo titular jugó casi todo el partido. Se vio a una U mucho mejor parada y con más llegadas al arco rival. Si bien el primer tiempo fue más intenso que el segundo, con mucho más trabajo colectivo y más fútbol, este partido nos dejó una sensación más agradable, pues da la impresión de que están las condiciones para realizar un buen torneo: se ve mayor cohesión en el equipo, más trabajo táctico y expresión de un estilo de fútbol bien definido.

Los encuentros amistosos se seguirán sucediendo regularmente, con una visita a Temuco y dos encuentros internacionales en Santiago. Me gustaría destacar la iniciativa de realizar varios partidos amistosos antes de iniciar el campeonato. Los jugadores comienzan a tomar más ritmo, lo que permite que el equipo esté mucho más armado de cara al campeonato.

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No obstante, quisiera tocar específicamente el caso de Christian «el Quili» Vilches. Aunque traiga buen fútbol, no es un buen refuerzo para nuestro equipo por una razón bien simple: este es un jugador plenamente identificado con Colo Colo. Como hincha, y para todo azul, esto resulta por lo menos molesto. No basta con ser técnicamente bueno, sino que más importa que el jugador se identifique hasta los huesos con la U, que el amor que siente por este equipo sea el que lo lleve a jugar bien y a destacarse de entre los demás, pese a no ser el mejor para la pelota.

Es por eso que duele tanto esta llegada y la partida de Osvaldo González. Rocky dio lo mejor de sí a esta institución, y sin embargo la empresa lo dejó ir por la puerta chica, para traer a un buen jugador que no se identifica con nuestros colores, que no vibra ni siente a la U como todos nosotros. Duele, y duele mucho, porque otra vez la concesionaria rompe con la mística azul, con la identidad de la Universidad de Chile y deja ir a dos jugadores que llevan tatuada a la U en la piel, literalmente.

Resulta difícil entender estas decisiones: cómo alguien que se autodenomina «hincha y amante de la U» busca traer un refuerzo con ese historial. Claro, muchos dirán que son decisiones técnicas, que hay que privilegiar lo futbolístico, y qué se yo. Pero no, la U no debe y no tiene por qué ser así. Basta de traer jugadores identificados con el equipo rival.

No se trata de fomentar la violencia, sino que generar identidad para formar vínculos de un amor y gratitud profunda con el Club, que claro está, como comentamos en nuestra columna anterior, Azul Azul no está para perpetuar. Ejemplos hay muchos de cómo la concesionaria deja ir a jugadores profundamente identificados por estos colores por traer a «figuras» que vendrían a poner a nuestro equipo a competir internacionalmente, pero al cabo de tres o cuatro fechas en el torneo, se dan cuenta que dichos jugadores no rinden como se esperaba, que no dan el ancho y que simplemente la U en el pecho les queda grande.

Entonces ¿por qué dejamos ir a quienes sí se merecen vestir nuestra camiseta y que correrían hasta el último aliento solo por la institución? No nos creamos tan fácil el cuento del fútbol moderno, ese fútbol que fabrica jugadores para ganar nada más que dinero, sin importar la camiseta que vista.

El fútbol no es así y quedó demostrado el fin de semana con Lionel Messi. A él le arrebataron la oportunidad de forjarse en su tierra. Lo convirtieron en el mejor del mundo, sí, pero su propia gente no se identifica con él, y representarla parece ser un constante problema. Las mejores historias del fútbol se han escrito de los romances ente hinchadas y jugadores, se entrelazan para salir a la gloria. Desgraciadamente, el fútbol moderno rompe todos los días con eso.

Yo, hincha de la U, nosotros los hinchas de la U, no queremos verla así, no queremos ver llegar más jugadores identificados con el equipo rival. Queremos una U que construya su historia con jugadores que la amen por sobre todas las cosas, tal como nosotros la amamos.

GRAF/DE

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