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Agencias
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«Mi lugar está aquí», afirmó el británico Marcus Willis, 772º del mundo, que quedó eliminado del torneo de Wimbledon este miércoles tras perder con el suizo Roger Federer.
«Soy suficientemente bueno para jugar aquí. Tengo que trabajar duro. Tengo aún que mejorar en muchas cosas, pero es motivador si sigo jugando así», explicó este profesor de tenis a tiempo parcial de 25 años, al que las lesiones le llevaron hace poco a pensar en dejar de jugar y dedicarse a dar clase a tiempo completo, aunque su pareja le disuadió a no hacerlo.
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Nunca antes presente en un Grand Slam, tres en la preclasificación y tres en la clasificación para estar en el cuadro de Wimbledon. Willis había protagonizado la machada en primera ronda al eliminar al lituano Ricardas Berankis, que le superaba en 718 puestos en la clasificación del mundial.
«Hoy el ambiente era increíble en la Central. He saboreado cada minuto», añadió Willis, que efectuó algunos buenos golpes -pese a la derrota (6-0, 6-3, 6-4)-, y que tuvo incluso el reconocimiento de su adversario.
Historia única
Willis, de 25 años, quien todavía vive con sus padres y hasta hace una semana cobraba 30 libras la hora (36,2 euros) por impartir clases de tenis, se midió en La Catedral con el seis veces ganador del título, en un hecho que marcará el resto de su vida.
«Esto es algo que recordaré el resto de mi vida. Estaba nervioso, como es normal, ya que jugué en la pista central, pero creo que lo hice bastante bien», dijo un exultante Willis en la abarrotada sala de prensa del club londinense.
«Aunque me estaba dando unapaliz, disfruté muchísimo. Fue una experiencia increíble. La verdad es que éste no es mi miércoles habitual, no suelo enfrentarme a Roger Federer en la central. El de la próxima semana seguro que es distinto», aseguró, entre risas, el nuevo ídolo del tenis inglés.
«Estoy completamente agotado, así que quizá espere un poco», respondió al ser preguntado sobre si saldría esta noche a celebrar. «Sin embargo, creo que me he ganado una cerveza», añadió.
GRAF/FLB