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La nota mala de la jornada en el Abierto de Wimbledon 2016 la dio Viktor Troicki.
El serbio tuvo un partido complicado ante el español Albert Ramos-Viñolas en la segunda ronda de la «Catedral del tenis», que terminó con un show negativo con el juez de silla Damiano Torella.
Troicki había levantado un partido adverso que perdía dos sets a uno para igualar los sets 2-2, pero en la definición de la última manga el duelo se encontraba 5-3 con parciales de 30-30, cuando llegó una polémica jugada.
El ibérico brindó un saque ace que el serbio consideró que estaba fuera. Pero Torella indicó que la bola había picado en zona buena, lo que provocó la ira y explosión del número 27 del mundo.
Troicki comenzó a gritar, corrió para quitarle la bola al recogepelotas y la mostró al juez de silla. «Eres terrible, el peor del mundo. ¿Qué estás haciendo, sabes lo que estás haciendo? Eres un idiota«, le repetía mientras enseñaba que la pelota no tenía pintura como muestra de que no había pisado la línea.
Para terminar el show, Troicki le dio un fuerte golpe con la raqueta a la pelota para volarla del estadio. Pero el acto no sirvió para que el juez cambiara la decisión.
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Ya con el match point, Ramos-Viñola, número 36 del mundo, se llevo el partido con parciales de 3-6, 6-3, 6-3, 2-6 y 6-3.
El ibérico se medirá en la tercera ronda con el ganador del partido entre el francés Richard Gasquet y el también español Marcel Granollers.
El comportamiento de Troicki se une a actitudes negativas en Wimbledon. Uno de las más recordadas fue la hecha por John McEnroe en la edición de 1981 y su inolvidable grito «no puedes hablar en serio» al juez de silla.
Más recientemente, en el Abierto de Wimbledon del año pasado, el polémico Nick Kyrgios se mostró apático en un partido ante el francés Richard Gasquet. El australiano devolvió un par de pelotas a la red de forma intencional y también se quitó sin ganas de jugar en un saque del galo.
GRAF/JR