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AFP / El Gráfico Chile
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Una mañana perfecta tuvo este sábádo la estadounidense Serena Williams. En un partido que duró 1 hora y 21 minutos, la tenistas conquistó su séptimo título en Wimbledon tras superar en la final a la alemana Angelique Kerber por 7-5, 6-3.
La tenista no tuvo problemas para marcar la diferencia a través de su servicio, y bombardeando la defensa de su rival. Dando muestras de intensidad y rabia, la menor de las hermanas Williams puso fin a tres fracasos consecutivos en torneos grandes.
Este título es el 22º Grand Slam en la carrera de la número uno del mundo. Con este premio, Williams igualó la marca de Steffi Graf, que ostentaba en solitario el récord de trofeos en torneos Grand Slam desde que se instauró el profesionalismo en el tenis (1968).
«Es maravilloso estar aquí. Gracias a mi familia, a mi equipo, a mis amigos y a Angelique; me encanta jugar con ella y me hace desplegar mi mejor tenis. Siento que la pista central es como mi casa y estoy muy feliz», apuntó la tenista una vez que recibió el título
GRAF/GL