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Por Diego Espinoza Chacoff
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El defensor Gonzalo Jara fue uno de los máximos protagonistas en la obtención de la Copa América Centenario. Jugó todos los minutos del torneo, al igual que Claudio Bravo, y fue uno de los encargados de frenar a Lionel Messi en la primera final continental que pudo disputar, luego de no estar presente en la del año pasado.
Para el zaguero de la U, la cercanía que tuvo Juan Antonio Pizzi con el plantel fue un punto clave para entender -en el duelo ante Bolivia- que este torneo también podía ganarse.
Partícipe de la reconocida «banda pitillo», que lidera el camarín de la Roja, el defensa detalla, en conversación con El Gráfico Chile, el fuerte encontrón que tuvo con Alexis Sánchez en el choque frente a Panamá.
¿Cómo viviste el nuevo título de la Roja contigo jugando la final?
Son diferentes sensaciones. Obviamente, el campeonato que ganamos en Chile se vivió con un poco más de euforia, porque era el primero que obtenía Chile y estábamos en casa. Pero la Centenario fue especial, ya que pude estar en la final y pudimos darle dos títulos al fútbol chileno en menos de un año. Va a quedar en la memoria.
¿Cómo fue jugar esa final contra Argentina y marcar a Messi?
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La calidad que tiene Messi para resolver momentos es muy valiosa. Las críticas para él no las comparto, como tampoco que tenga que ser campeón sí o sí. No va a dejar de ser el mejor del mundo por no ganar nada con su selección. En cuanto al partido, las dos selecciones nos tenemos bastante respeto, eso se palpita. Nosotros siempre tuvimos la convicción de que podíamos ganar, incluso con uno menos, ya que fue el momento en que más sólidos nos vimos, en el sentido de la unión de grupo. No se notó demasiado cuando jugamos con 10. En un instante nos dimos cuenta de que Argentina no quería jugar mucho ni atacar, por miedo a que pudiéramos meterles un contragolpe.
¿Cuál fue la mayor virtud de este equipo, sobre todo pensando que hubo un cambio de DT?
Siempre he dicho que renovarse en el éxito era lo más difícil. Venir de ganar una Copa América, después de cinco o seis años al máximo nivel, es complicado. El juego no venía siendo el mejor en la fase de grupos ni en los amistosos, nosotros fuimos los primeros en darnos cuenta. Podemos recibir críticas, pero muchas veces no las compartíamos. Además, teníamos la convicción y la claridad de que el equipo era el mismo. El cambio de «profe» influye, porque tiene sus matices, su forma de trabajar y sus jugadores, pero mantuvo la base y el estilo de juego. Él tuvo esa virtud, así que es valorable, como el hecho de que también es más cercano y nos conocía a todos.
¿En qué consiste la «banda pitillo» y qué hay que hacer para formar parte de ella?
Somos compañeros que venimos desde hace rato jugando juntos en la Selección. Ya pasó a ser una relación más allá de lo deportivo, por el hecho de compartir tanto tiempo en hoteles y torneos. Es importante tener una buena convivencia. Nos matamos de la risa, somos de los que toleramos las bromas, sean buenas o malas.
Hay harta red social también…
Sí, aunque yo no soy mucho de eso, como Arturo, Gary o el Pini. Tenemos una relación muy sana. Nos conocernos mucho, sabemos cuando uno se levanta de mala o viene al desayuno medio enojado porque le pasa algo.
¿Cuál crees que fue el partido de quiebre para pensar en el título?
El partido ante Bolivia fue importante porque por más que ellos defendieron, lo que a nosotros nos complicó mucho, ganarlo era importantísimo para avanzar de fase. Más allá del penal dudoso, luego sabíamos que a Panamá podíamos ganarle con fútbol, aunque igual llegamos con respeto a jugar contra ellos.
En ese partido contra Panamá tuviste un fuerte encontrón con Alexis. ¿Por qué se dio?
Fueron puteadas que nos dimos, porque por ahí puede sacarse a dos o tres muchas veces, pero en otras los de arriba pierden la pelota y quedamos muy expuestos defensivamente, ya que casi siempre jugamos parados en la mitad de la cancha. Luego dicen que nosotros defendemos mal, pero son cosas de la cancha. Después el mismo Alexis o Arturo juntan cuatro jugadores, te habilitan y apareces solo, como lo que pasa con Messi en Argentina o en el Barcelona.
¿Hacia dónde apuntan ahora? ¿Ganar la Copa Confederaciones, por ejemplo?
Hay Clasificatorias, así que vamos paso a paso. A nosotros no nos sobra nada, no tenemos 100 jugadores, como Brasil o Argentina, por lo que debemos pelear cada partido con la seriedad de siempre.
GRAF/DE