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Por Pablo Serey Correa
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Resulta curioso ver a un mexicano como director técnico de un equipo en Bolivia. Por eso vale la pena indagar un poco en la historia de David de la Torre, entrenador del Real Potosí, próximo rival de la Universidad Católica en la Copa Sudamericana.
Con 36 años, el DT del conjunto que recibirá este martes a la UC a 3.900 metros de altura sobre el nivel del mar, registra un nutrido recorrido en el fútbol y una interesante historia de vida que vale conocer.
«Mi familia es puro fútbol y yo también seguí el mismo camino», cuenta a El Gráfico Chile uno de los integrantes más jóvenes del clan De la Torre, reconocido en Norteamérica por el gran aporte que varios de sus miembros han hecho al fútbol azteca.
Antonio, su padre, destacó en importantes elencos como América, Pumas y Puebla, además de defender a la selección de México en el Mundial de Argentina 1978. Además, sus tíos José Manuel Chepo, Néstor y Eduardo Yayo, han destacado como entrenador del Tri, presidente de Chivas y gerente de Cruz Azul, respectivamente, entre tantos otros cargos que han cumplido.
David ha seguido la línea de vida de todos ellos, pero ha construido su propio camino. «Jugué al fútbol pero me retiré a los 23. De ahí me ofrecieron ser técnico en las inferiores de Atlas, después estuve como ayudante de Ricardo La Volpe y en 2010 llegué a Bolivia», relata.
A través de una empresa intermediaria, David llegó a tierras altiplánicas donde ha vivido experiencias de todo tipo. Real América, Real Marmoré, Universitario, Sport Boys, Guabirá y Nacional Potosí lo han tenido en la banca. También estuvo como asistente en la Sub 20 de Bolivia como asistente de Douglas Cuenca.
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Y desde hace dos meses está a cargo del Real Potosí, un elenco que logró salvarse del descenso en la pasada temporada con el ex arquero de Huachipato Henry Lapczyk oficiándolas como jugador y entrenador al mismo tiempo. «Armé un equipo prácticamente nuevo, con jugadores de muy buen pie. Tengo un plantel que se ha comprometido con mis convicciones futbolísticas», explica.
Para el duelo ante la UC asume el poderío cruzado, pero avisa: «estamos convencidos de que podemos lograr una hazaña. Sabemos que ellos son un equipo muy fuerte, muy dinámico, pero eso mismo también les puede afectar en la altura. No es fácil venir a jugar a Potosí».
Mirando su futuro más allá del cruce con la Franja, De la Torre espera seguir con sus aventuras por estos rincones del planeta. «Quiero seguir a nivel competitivo, ojalá pueda probar suerte en otro país de Sudamerica», expresa.
¿Le gustaría probar suerte en Chile en un futuro próximo? «Y ojalá que no sea tan próximo. Chile es un país que me gusta mucho, muy fuerte en el fútbol y que sigo con mucha atención. De hecho tengo muy buenos amigos por allá, entre ellos el Fantasma Figueroa, a quien tuve como técnico en México. Ojalá este ida y vuelta con la UC sea una buena vitrina», contesta con marcada sinceridad ante la pregunta expuesta.
GRAF/PS