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Por Pablo Serey Correa
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Después de enfrentar preguntas sobre el opaco desempeño de la Universidad Católica en las últimas semanas y entregar algunos comentarios respecto a Palestino, próximo rival de los cruzados, el DT de la UC Mario Salas se dio un tiempo en su conferencia de prensa de este viernes para realizar una reflexión crítica acerca de intereses económicos que exiten en el fútbol, fundamentalmente en la realidad chilena.
Con un ejemplo de una experiencia del portugués José Mourinho con los jóvenes futbolistas que experimentan éxito futbolístisco, pero sobre todo económico a muy temprana edad, el estratega estudiantil fue consultado por el manejo de los canteranos que existe en San Carlos de Apoquindo, más allá de lo estrictamente deportivo. En ese sentido, el técnico de la Franja se extendió y entregó la siguiente respuesta.
«En Católica sí hay mucho apoyo para los jugadores jóvenes. Lo importante es la influencia de la cercanía y el entorno del jugador, más allá del apoyo que ejerce el club sobre ese jugador que tiene que estar de forma permanente. Lo influenciable que es el jugador a esas edades por la familia, por el entorno de amigos, por los pares y ahora que aparece una figura muy fuerte que son los representantes», partió diciendo.
«Muchas veces hay jugadores que ven truncadas sus carreras por decisiones que ni siquiera toman ellos, sino por decisiones que toma gente externa y gente que cree estar haciéndole un bien a esos jugadores, por eso es muy importante la educación no solamente del jugador, sino que también la educación de la gente que está alrededor del jugador y en eso tienen que ser muy importantes los agentes, los pares, las pololas, las novias. Pasa muchas veces que el jugador escucha más a su entorno familiar que a un técnico que muchas veces ha vivido la experiencia y que a lo mejor lo puede aconsejar mucho mejor», continuó.
En base a lo expuesto anteriormente, el ex rugbista lanzó un emplazamiento a los empresarios que están detrás de los futbolistas jóvenes. «Los representantes tienen que ir más allá del desarrollo puntual futbolístico de los jugadores, tienen que velar por un desarrollo integral por parte de los jugadores y sobre todo en los jóvenes. No solamente buscar que el jugador esté bien cómodo, que tenga buenos zapatos, que logre un buen contrato, sino que también entienda la idea de que estudie, de que sea una persona educada, de que tenga conocimientos de otro tipo de materias que le permitan el día de mañana tener un mejor contrato, comprar una vivienda o incluso comprar un auto, entre otras cosas. Dejamos solo al jugador en situaciones que son muy difíciles», sostuvo.
Por lo dicho, Salas reflexionó: «muchas veces el jugador se transforma en el salvavidas de una familia cuando es una persona muy joven y cuando ni siquiera tiene la responsabilidad de tener, valga la redundancia, la responsabilidad de sustentar a una familia».
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Ahí, el DT campeón del fútbol chileno agudizó su punto y estableció que «vemos al futbolista como un producto, como algo vendible, como algo canjeable, pero no lo vemos como una persona, como un ser humano que el día de mañana a los 30, 35 años va a terminar su carrera y le van a quedar 50 años de vida en los que va a tener que seguir siendo feliz. Para eso, mientras mayor conocimiento, mayor educación, mayor inteligencia en la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones, más feliz será. Nos olvidamos un poco de la persona, por esto de que el futbolista es un producto vendible y desechable».
Prosiguiendo con su análisis, el viñamarino volvió a cuestionar la labor de los agentes, al plantear que «los representantes muchas veces dicen que sí a todo, porque es tanta la competencia que existe entre ellos que muchas veces decirle que no, significa que este niño se enoja, que esta promesa se enoja y se va con el otro representante que le ofrece más cosas. Hay principios y valores por los que uno tiene que guiarse en la vida. Tenemos que ver al futbolista no como un producto, tenemos que verlo como un ser humano».
Siempre en la misma temática, el otrora seleccionador Sub 20 amplió su crítica hacia otros sectores del fútbol como las sociedades anónimas. «El fútbol se ha transformado en un foco en el que hay mucho dinero, se ha transformado en un buen negocio para muchas personas y cuando pasa eso el fútbol pierde ciertas cosas que son importantes. Perdemos los principios, perdemos los valores y nos involucramos en un sistema que es dañino y traicionero. Nos olvidamos de desarrollarnos, de transformamos, de crecer, del educar, de una serie de cosas. Todos empezamos a caer en un círculo vicioso que nos resulta muy cómodo, porque el dinero nos hace sentir una comodidad y olvidarnos de lo que realmente es lo más importante que es la persona», aseveró.
Y con ello, Salas opinó que el actual sistema en el que se rigen las instituciones profesionales del fútbol en Chile debe cambiar. «El hecho de romper este sistema, para los clubes significa renunciar a muchas cosas, lo que no te va a generar recursos, no te va a generar un negocio, cuando se trata de eso, a las instituciones, a las sociedades anónimas les llega el tema. Ahora, sí creo que puede existir un equilibrio, no es necesario no vender, se trata de buscar el desarrollo a través de ciertas cosas, sobre todo educar a los niños y los jóvenes, eso tiene que ser una misión de las instituciones, no olvidarnos de lo que es la esencia del ser humano, en general todos los problemas que se generan en nuestra sociedad es porque nos olvidamos del ser humano», manifestó.
GRAF/PS