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Javier Rios R. Enviado especial a Dortmund, Alemania.
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El chileno Arturo Vidal se lució en su primera presentación oficial de la temporada 2016/2017 junto al Bayern Munich, anotando la apertura de la cuenta contra el Borussia Dortmund por la Supercopa de Alemania.
Pero las celebraciones no llegaron de forma fácil. En el inicio del partido, El Rey no tuvo miedo a los gritos de los 80 mil espectadores que hacían imposible escuchar las instrucciones de Carlo Ancelotti. Aunque eso no importaba, porque el chileno tenía claro sus movimientos en un equipo que parece una maquina bien aceitada.
Primero, cargado por derecha, fue Constante descarga y el primer jugador en presionar a la defensa rival, y cuando su equipo defendía llegaba hasta el final para sacarle una pelota de gol al movedizo Shinji kawaga.
Vidal es figura en todo el terreno y no le gustó cuando el árbitro Tobías Welz le cobraba falta por presionar al último defensa amarillo: el chileno reboleó la pelota y levantó las manos, una dos y hasta una tercera vez hasta que el hombre de negro lo amonestó verbalmente.
Al de San Joaquín le dieron duro, Sebastián Rode y Ousmane Dembelé, le pegaron hasta dejarlo en el piso. Vidal se paró rápidamente y fue por otra jugada. Xabi alonso buscó compañía y el 23 fuertemente marcado la pide golpeándose el pecho.
El Dortmund manejaba los hilos y el chileno fue testigo de las tapadas de Manuel Neuer. Eso, hasta que Javi Martínez robó la pelota, remontó la cancha y envió una pelota cruzada que Vidal logró cabecear en el área. Roman Burki se lució con una tapada monumental, pero la pelota le quedó servida al chileno que inexplicablemente la tiro por encima del arco .
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En el segundo tiempo la presión del Dortmund parecía insalvable… para un equipo normal, pero no un «11» con Arturo Vidal en la cancha. En el minuto 13′ la estrella de la Roja recibió en el centro del campo y con un fuerte disparo hizo llegar abajo a Burki, el rebote le quedó servido y esta vez no falló con un remate cruzado espectacular.
El volante se llenó de gloria, mientras la hinchada coreaba su nombre y le dedicaba «las mañanitas» en alemán, un raro homenaje.
A partir de ahí el plan de Ancelotti comenzó su segunda fase. Arturo corretiaba por todo el campo, incluso cayendo lesionado en el minuto 66 cuando tuvo que entrar el cuerpo médico del Bayern.
Pese al cansancio y el duro golpe que recibió, volvió al campo y siguió batallando. El amor por el fútbol podía más y las ganas de ganar su primera Super Copa alemana lo empujaban, sin embargo, en el 70 no dio más y se tiro al piso.
El chileno se retiró ante una ovación de los 10 mil hinchas visitantes que coreaban su nombre, y desde la banca fue testigo del segundo gol de su equipo en los pies del atacante alemán, Thomas Müller.
Una jornada perfecta para el chileno que las hizo todas en el Signal Iduna Park, un buen presagio para una temporada donde dice que irá por todo en el Bayern, al igual como en la selección chilena.
GRAF/DE
