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Javier Rios R. Enviado especial a Dortmund, Alemania.
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La historia de Lars Ricken en el Borussia Dortmund tiene un antes y un después de la recordada final de la Champions League de la temporada 1996/1997. En esa ocasión, desde la banca, aportó con su habitual movilidad y pasó a la historia del club al hacer el gol definitivo que le dio el título a los alemanes contra la poderosa Juventus.
De ahí en más, y con una dilatada trayectoria en el club, su palabra es ley para los seguidores del equipo amarillo y para los jóvenes talentos que el club tanto cuida, donde es el jefe de divisiones inferiores. Transformado en una enciclopedia del club, Ricken no olvida el paso de dos referentes que pasaron por Chile: Leonardo Rodríguez y Lucas Barrios.
«Lucas Barrios es más popular que Rodríguez en la memoria del hincha, por su gran paso en desde 2009», comenta en la sede del club de Dortmund, sin dejar de elogiar al «10» argentino que se transformó en ídolo de la Universidad de Chile tras su fallido paso por Alemania.
«¿Él todavía sigue jugando?», pregunta incrédulo antes de explicar las razones de por qué Rodríguez no anduvo en Europa el año 1994: «Fue un gran jugador, que tenía muchas habilidades para la Bundesliga. Pero creo que fue muy apresurado que viniera a Alemania. El llegó en el invierno, cuando el pasto está congelado, y estaba acostumbrado al estilo argentino, jugar con mucha técnica el fútbol, en ese tiempo era muy difícil hacerlo porque la cancha estaba horrible, los campos de entrenamiento también, fue muy complicado», comenta recordando los gélidos meses en que el melenudo pasó del Atalanta italiano a su tercera experiencia en el viejo continente.
Ricken y el Leo compartieron camarín y formación cuando el alemán tenía apenas 17 años, por eso, después de una cavilación, profundiza en la explicación y recuerda el talento del jugador: «Lo que pasa es que en verano sólo podían llegar tres jugadores fuera de la Comunidad Europea. Me gustaba mucho sus características, era el típico jugador argentino», aclara.
Del que no duda al escuchar su nombre es de Lucas Barrios, goleador que a partir de la temporada 2009 se ganó el corazón de la «muralla amarilla», como llaman a los Ultras del Dortmund: «Barrios fue una superestrella en este club, un gran delantero», comenta entusiasmado.
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El ex Colo Colo llegó en su mejor momento a la Bundesliga donde anotó 39 goles en la Bundesliga y ayudó al equipo a ganar dos títulos locales. Ricken recién retirado, fue testigo presencial de su éxito. Por eso pregunta, con sesgo de desaprobación, si sigue jugando en China.
Al escuchar que su carrera parece que se terminará en Brasil, su reacción es de pesar: «Barrios no debió haberse ido del club», comenta antes de retirarse a una reunión de planificación, donde con sus años en el club, su palabra es casi sagrada.
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