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El Gráfico Chile
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El escándalo sexual que remece al fútbol inglés no para de crecer. Todo comenzó cuando el ex jugador, Andy Woodward, reveló que había sido violado cuando pequeño por Barry Bennell, quien en ese entonces era su entrenador en el Crewe Alexandra.
La confesión del ex futbolista, que se inició en el club donde sufrió los abusos sexuales, motivó a otros de sus ex compañeros a seguir sus pasos y revelar las violaciones que sufrieron cuando se iniciaban en el balompié.
«Sólo quería jugar al fútbol y vi el Crewe como el inicio de un sueño. Pero también era de naturaleza suave y eran los chicos débiles y suaves los que Bennell buscaba. Le gustaban los chicos de pelo oscuro. Yo era un niño y creía que me ayudaría al empezar en el fútbol», fueron algunas de las palabras de Woodward.
Así, ya van siete jugadores que han acusado de abusos sexuales a Barry Bennel, quien, además de haber sido empleado del Crewe Alexandra, donde fue entrenador y ojeador, tenía mucha cercanía con Manchester City.
Luego de Woodward, se sumaron las confesiones de Paul Stewart, Steve Walters y David White, además de otro ex futbolista que no quiso revelar su nombre. Ahora, este viernes, se unieron dos casos más con las revelaciones hechas en la BBC por Chris Unsworth y Jason Dunford.
«Fui violado entre 50 y 100 veces«, fueron las dolidas palabras de Unsworth, quien fue abusado por primera vez a los nueve años y que tuvo que dejar el fútbol por los traumas a los 16.
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Sobre la decisión de confesar, señaló que «estaba en casa con mi novia viendo en televisión la confesión de Andy (Woodward) y no dije nada. Jugué de joven con él y lo conocía mucho. En cuanto pensé sobre ello me dije que tenía que contarlo y ayudar a la gente. Nunca se lo había contado a nadie»
«Mis padres han fallecido y me duele no habérselo contado. Aunque no sé si hubiera sido bueno porque, quizá, se hubieran echado la culpa», concluyó.
Hace 18 años, Barry Bennel fue declarado culpable tras admitir 23 cargos por abusos sexuales a niños de entre 9 y 15, con una sentencia de nueve años de prisión. Además, en 2015, cuando ya estaba libre, tuvo otra condena de dos años de cárcel por violar a un niño de 12 años, aunque actualmente, a sus 62, se encuentra en libertad y se cambió el nombre a Richard Jones.
