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AFP
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El clásico del fútbol uruguayo entre Peñarol y Nacional fue suspendido este domingo antes de su inicio por disturbios registrados dentro y fuera del Estadio Centenario en Montevideo, que derivaron en la detención de más de un centenar de personas.
El partido, correspondiente a la decimotercera fecha del Campeonato Uruguayo Especial 2016, estuvo precedido de un fuerte dispositivo de seguridad con más de 1.000 policías que no logró controlar los desmanes de los hinchas de Peñarol, que golpearon a los porteros, saquearon los puestos de venta de comida en la tribuna Ámsterdam y se enfrentaron con la policía.
Por otro lado, las cooperativas de transporte de Montevideo decretaron un paro de 24 horas por las agresiones que sufrieron varios choferes de parte de hinchas.
Tras una reunión en la que estuvieron los dirigentes de ambos equipos, árbitros y la policía, se decidió suspender el encuentro al no estar dadas las garantías de seguridad.
«No están dadas las garantías de seguridad por la situación que se está dando en la Ámsterdam y el ingreso y su evacuación traería muchos heridos», dijo el Director Nacional de la Policía, Mario Layera, a medios locales.
En un inicio, la policía propuso desalojar la tribuna Ámsterdam para poder llevar adelante el partido pero finalmente se optó por la suspensión del encuentro.
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Los incidentes comenzaron en una de las puertas de ingreso del estadio, donde tiraron una garrafa a uno de los funcionarios que controlaba el ingreso. La policía decidió cerrarlo y cientos de personas quedaron fuera del recinto.
Un desastre
El presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, manifestó su pesar por la situación y señaló que propondrán jugar el partido a puertas cerradas.
«Muy triste, estamos matando el fútbol (…) hoy mis hijos no vinieron al clásico», dijo el dirigente.
El presidente de Nacional, José Luis Rodríguez, señaló que aspiran a jugar el partido con su hinchada debido a «que su parcialidad tuvo un buen comportamiento».
«Una sensación de estar defraudado, vinimos a ver un partido de fútbol y por lo que hicieron ellos en la tribuna Ámsterdam el ministerio no podía dar las garantías», afirmó en declaraciones a la prensa.
El clásico charrúa venía precedido por un ambiente de tensión luego de la muerte de un hincha de Peñarol, de 21 años, que fue baleado en septiembre por hinchas de Nacional en los festejos del aniversario aurinegro en la ciudad de Santa Lucía (60 km de Montevideo) y que determinó la suspensión de la fecha 11 del campeonato.
El caso que consternó a la afición futbolera uruguaya ha aumentado los reclamos de la población a las autoridades por mayor seguridad.
En enero de 2015, se debió suspender el partido clásico cuando faltaban 8 minutos para que terminara por incidentes en la tribuna Ámsterdam entre hinchas de Peñarol y la policía.
Peñarol marcha en la undécima posición (15 puntos) producto de una temporada discreta y Nacional (25) pelea la punta del torneo, que Danubio lidera con 26 unidades.
GRAF/FLB