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Por Pablo Serey Correa
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Matucana 100 está repleto y se hace difícil avanzar. El teatro que alberga la celebración de los Premios El Gráfico 2016 está copado y los asistentes hacen sentir su fanatismo cada vez que aparece uno de los futbolistas. Pero el clímax se produce con la llegada de José Pedro Fuenzalida, condecorado como el ganador del Botín de Oro al mejor del año.
Las asfixiantes solicitudes de fotografías, autógrafos y saludos son un signo inequívoco de que Chapita se licenció como figura del fútbol chileno, dejando atrás esa condición de resistido con la que muchas veces tuvo que cargar a lo largo de su carrera. María Jesús, su esposa, mira con cierta resignación el acoso al que es sometido su marido, pero lo comprende.
El propio Fuenzalida también entiende estos nuevos tiempos. Y justamente sobre dicha metamorfosis con la hinchada habla en esta entrevista con motivo de su distinción como el mejor del 2016, el año en que cambió su historia, el año que comenzó con pifias y críticas, pero que prosiguió con alegrías y títulos y puede culminar con un histórico bicampeonato con la UC.
El año ha sido redondo pero partió muy difícil. Recibiste pifias de los hinchas de la UC en ese empate 2-2 ante Iquique en San Carlos de Apoquindo…
El recibimiento era algo que me esperaba. Era lógico que la gente se iba a manifestar por mi paso en Colo Colo, yo lo entendí así y por eso era importante el desafío de volver a Católica, el club en el que me formé y donde estuve mucho tiempo. Después de 9 años esa vuelta no iba a ser fácil y obviamente empezó con ese partido ante Iquique en el que entré con muchas ganas y en el que sentí esa presión de la gente, pero fue una alegría convertir el gol.
¿Pese al gol fue un comienzo duro?
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Después me lesioné, había una parte de tensión por el hecho de volver, pero con el tiempo fui entrando de a poco en el equipo, me iba acoplando de mejor manera y todo terminó con un título que era el objetivo que estábamos buscando como Universidad Católica desde hace mucho tiempo.
¿Era un objetivo reconciliarte con la gente de la UC, sobre todo por la forma en que saliste en 2007?
Sabía un poco el pensamiento que tenía la gente de Católica hacia mí. Yo era un jugador formado en el club, había salido campeón y cuando tomé la decisión de salir e ir a un club como Colo Colo se iba a generar todo lo que se generó, entonces también tenía el desafío de volver a reencantar a la gente y eso no iba a ser de otra forma que dentro de la cancha. Cada partido era un desafío y paso a paso fui revirtiendo mi relación con la gente y creo que ese gol a Audax fue el golpe final. Con el gol a la U dos fechas antes me había ganado a la gente, pero sin duda ese gol que valió el título me ayudó mucho en todo esto.
Este 2016 y mostrando toda sinceridad dijiste que no imaginabas ser protagonista en la Copa Centenario donde finalmente destacaste. En ese mismo tenor te pregunto ¿imaginabas recomponer de tan buen modo tu relación con la hinchada de la UC?
Yo pensaba de a poco. Volver al club, retomar la continuidad futbolística que en el último tiempo en Boca no la venía teniendo e ir así. Los primeros meses fueron más o menos como los había pensado, prepararme físicamente, insertarme en un nuevo grupo, empezar a conocer a los compañeros, pero volver a generar ese tema con la gente que no iba a ser fácil y creo que ese último mes del Clausura, abril, fue el mes clave, cuando se definió el torneo ahí se generó todo, ahí se produjo ese cambio.
Estuviste a la altura en lo futbolístico…
Fueron partidos importantes, salimos campeones, eso me da la opción de ir a la Copa, entonces ese período me fue cambiando y con eso me fui subiendo los objetivos. Había cumplido el objetivo de salir campeón y después el ser citado para la Copa lo proyectaba diciendo ‘que bueno volver a estar en la Selección, ojalá poder aportar’ y se me dio el hecho de poder jugar. Yo venía participando de los procesos, no me había tocado jugar mucho y no esperaba algo distinto. Uno siempre quiere participar, pero también sabe que hay jugadores de gran categoría. Entonces, poder jugar y poder aportar para mí fue una motivación extra. Después vino la obtención de los objetivos y eso fue una felicidad tremenda.
Tras todo lo dicho se produjo un cambio en la valoración de la hinchada chilena hacia ti ¿Cómo ha vivido todo ese proceso de cambio?
Son momentos que se disfrutan. Después en la Copa América Centenario con la Selección sentí que había un cambio con la gente, pero además de disfrutarlo también lo siento como una responsabilidad de seguir manteniendo el nivel para poder estar continuamente. En Católica el hecho de poder entrar a la cancha y que la gente te reconozca, te aplauda, para mí es un motivo de alegría y una motivación para seguir trabajando. Yo lo tomo así, son momentos lindos para disfrutarlos y te invitan a seguir trabajando.
Con todo ello ha venido el reconocimiento masivo y la fama ¿Cómo convives con eso?
Me cuesta eso de la exposición, me gusta cultivar el bajo perfil, estar tranquilo, soy muy de familia, entonces no me gusta mucho exponerme, pero también sé que es parte del momento que uno vive. En mi familia también aprovecharon el momento, también aparecieron en pantalla, también lo han disfrutado, también les ha tocado a ellos disfrutar de los logros, lo que para mí es muy importante, porque sin la familia detrás uno no puede vivir todo esto. Entonces que también los feliciten es bueno y yo les agradezco todo.
Volviendo a Católica. Con todo lo que hemos hablado y lo que puede venir ¿Qué lugar crees que ocupas en la historia reciente de la UC?
Yo creo que estos son momentos. A mí me tocó este tema de la vuelta, pero también sé que estuve 9 años fuera y todo eso en la gente siempre va a estar. Yo sé que hoy voy a ser un jugador que luche partido a partido y de todo por este club y así lo voy a sentir siempre. Pero obviamente la gente tendrá sus ídolos y sus favoritos para después.
Referente, figura, ídolo ¿Te quedas con alguno de esos calificativos?
A mí no me gustan. Yo por mi trayectoria me invito a mi mismo a ser un jugador importante en el equipo, a tratar de ser un ejemplo, dentro de la cancha y fuera de ella. Pero ir más allá de eso no, eso le corresponde a la gente.
De regreso a la Bombonera
A esta altura, como voz autorizada dentro del camarín de la Roja, José Pedro Fuenzalida tiene crédito para hablar de la Selección y más aún si el próximo desafío es ante Argentina en la Bombonera, estadio que Chapita bien conoce tras su paso por Boca Juniors entre 2014 y 2015.
¿Cómo evalúas el momento de la Selección tras un movido 2016?
Estamos en una buena posición. Antes de esta fecha estábamos en un momento difícil que necesitábamos mucho los puntos, esta última fecha doble nos dejó mejor parados en cuanto al sistema de clasificación y ahora obviamente viene un partido importante, Argentina de visita.
Se viene la Albiceleste en un estadio que tú muy bien conoces…
Se dice que se puede jugar en la Bombonera, un estadio hermoso para el futbolista, con un ambiente que no se vive en muchos lados. Creo que es una motivación ir allá y tratar de obtener puntos que es lo que en este momento se necesita y que nos podría dejar bien parados para clasificar.
¿Qué te pareció el sorteo de la Copa Conferederaciones para la Roja?
Será una Copa importante por ser la primera vez de Chile allí. Nos tocó un grupo con el campeón del Mundo Alemania, con Australia que lo enfrentamos en el último Mundial y con el campeón de África. Creo va a ser un campeonato difícil, pero no dudo que esta selección irá con toda la ilusión de ganar ese torneo.
GRAF/PS