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Por Pablo Serey Correa, enviado especial a Iquique
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Como uno más de la barra vivió la goleada 6-2 de Universidad Católica sobre Deportes Iquique el presidente de Cruzados Juan Tagle. El mandamás de la concesionaria de la precordillera vibró junto a los 70 fanáticos de la UC que llegaron hasta el Municipal de Cavancha, pues optó por instalarse en el sector destinado a la fanaticada de la visita en lugar de ocupar el asiento reservado que tenía en el paclo oficial del recinto nortino.
Pero la fuerte polémica en la previa y los roces con la directiva de los Dragones Celestes llevaron al timonel de la UC a saltarse el protocolo y no presenciar el crucial compromiso con sus pares iquiqueños, ni con los regentes de la ANFP, ni con las autoridades políticas. El abogado de profesión, junto a familiares y su antecesor Luis Larraín, prefirió ubicarse con aquellos que cancelaron 35 mil pesos para ver el lance válido por la fecha 14 del Apertura.
«No tenía ningún interés de ir al palco oficial, no fue un trato muy grato el que nos dieron esta semana y me parece que fue mucho mejor vivir el partido con nuestra gente», manifestó sobre su determinación el titular de la sociedad anónima que rige los destinos del fútbol de la Franja.
Tagle, quien vivió con alta efervesencia el partido desde la gradería, se desahogó una vez terminado el encuentro y dejó en claro su postura frente a varias situaciones que se dieron en la previa y durante el encuentro. «Se gritó con todo, el nerviosismo era fuerte, fue todo muy duro», planteó.
«El primer tiempo fue un tremendo partido, pero Católica mostró más oficio y mejor estado físico y eso para todos aquellos que criticaron tanto la decisión del miércoles, creo que es importante darse cuenta que los que jugaron ante Iquique probablemente con el nivel de desgaste que hubieran tenido si hubiesen jugado el miércoles, no hubiesen logrado lo que se consiguió con Iquique», continuó.
El presidente de Cruzados contó que «yo tenía mucha fe, vi muy entero al equipo al final del primer tiempo, lo vi mejor que Iquique. Era difícil ubicarse en la cancha, era primera vez que el equipo jugaba en Cavancha, el ambiente era hostil, el partido difícil. Tenía mucha confianza tras el primer tiempo».
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También fue en categórico a la hora de fustigar los cánticos hirientes hacia Diego Buonanotte por parte de integrantes de la hinchada de Iquique. «A mi me da pena esos gritos que le han hecho Diego en algunos estadio, eso habla mal de nosotros como chilenos, pero creo que Diego los dejó muy bien callados con su actuación y ojalá que no tengamos que repetir luego esa situación», sostuvo.
Con la posibilidad de un inédito bicampeonato a mano, el directivo estudiantil se mostró cauto, al establecer que «hay que estar enfocado a mil, son cuatro días más y hay que llegar a Temuco con los dientes apretados. No se ha ganado nada todavía, nunca hay que celebrar antes de tiempo».
GRAF/PS