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Por Pablo Serey Correa, enviado especial a Temuco
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El ambiente festivo se notó de temprano en las calles de Temuco. Miles de hinchas de Universidad Católica llegaron a La Araucanía para ser testigos de un hecho inédito. Los cruzados tenían la opción de ser bicampeones, y lo lograron, firmando el año más prolífico para la institución universitaria.
Antes del jolgorio había que pasar por el trámite. Católica con un empate ante los albiverdes era campeón. Sin embargo, despejaron todas las dudas y se impusieron por un claro 2-0. No importaba el marcador. Importaba que el equipo de Mario Salas bajaba su duodécima estrella del firmamento.
El primer tiempo estuvo marcado por el nerviosismo. La UC jugaba mejor, aunque no llegaban con claridad al arco de Luis Marín. La más peligrosa estuvo en los pies de José Pedro Fuenzalida. El ganador del Botín de Oro 2016 la mandó ancha, por poco.
Los locales, en tanto, tuvieron dos situaciones que generaron peligro para los bicampeones. José Huentelaf casi sorprende desde la mitad de la cancha a Toselli y luego Lanaro estuvo cerca de hacer un autogol. Un poco de susto para una jornada inolvidable para los cruzados.
Ya en el complemento se empezaron a despejar las pocas dudas que habían. La Franja era el total dominador de las acciones. Era cosa de tiempo para que cayera el tranquilizador gol. Iba a llegar.
Cuando se cumplió el minuto 62′ explotó el Germán Becker, recinto que parecía San Carlos. Un jugador que le torció la mano al destino, Alfonso Parot, mandó un lindo centro al corazón del área, lugar donde se movían antaño el Arica Hurtado, el Beto Acosta o el Polo Quinteros; mismo sitio que transita con gloria el Nico Castillo, que con un testazo tremendo desató la locura.
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Temuco, digno rival para el campeón, buscó la paridad con lo poco que tenía, aunque jamás hizo daño. En el otro arco, Castillo (80′) pudo sentenciar el campeonato cuando entró mano a mano con Marín, no obstante la mandó fuera.
El partido se cerró a los 88′ con Castillo otra vez abrazando a sus compañeros. El de Renca anotó mediante una de sus especialidades, el tiro del lanzamiento penal. El Nico cerró de esta forma un año redondo, llegando a 13 tantos y siendo el bigoleador del fútbol chileno.
El 2016 jamás será olvidado por los hinchas cruzados. Ganaron el Clausura, la Supercopa y el Apertura. Son por paliza el mejor equipo de Chile, pero van por más, internacionalizar su buen momento en la Copa Libertadores, pero esa historia será otra…
GRAF/CS