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Por Pedro Marín Roldán
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Colo Colo cerró el Apertura con 23 puntos (6 ganados, 5 empatados y 4 derrotas) muy lejos del campeón Universidad Católica. Sin embargo, el balance del cierre del torneo fue positivo ya que el entrenador Pablo Guede logró una identidad de juego y le dio rodaje a las series menores.
El comienzo del argentino no fue bueno y sufrió inesperadas derrotas como local, registrando el peor arranque histórico en casa al perder tres duelos al hilo (Unión Española, Deportes Temuco y Deportes Iquique). Estas caídas le costaron caro en el transcurso del campeonato, ya que los rivales no cedieron terreno.
Ante esta racha negativa, Guede sacó a relucir su lado supersticioso y recurrió a un par de cábalas. Desde su llegada, el argentino mostró su devoción por San Expedito y sentó siempre en la banca una imagen del santo. Y tras las derrotas de local recurrió a otro ritual: aceptó la idea de plantar una ruda en la cancha y el DT mandó a rocear el camarín con vinagre.
Coincidencia o no, pero tras eso, Colo Colo no perdió hasta la fecha 13 del Apertura y encadenó una racha de 10 duelos sin perder entre el torneo y Copa Chile. Además, no volvió a caer en el Monumental después de esos rituales donde la última «locura» fue mojar las bancas con agua bendita.
En lo deportivo, Guede comenzó jugando con un 4-1-3-2, esquema que no le dio resultados y cambió a un 3-4-1-2 con lo que se vio más equilibrado defensivamente y encontró buenos resultados. De hecho, no perdieron ningún clásico en el semestre. Vencieron a la U por el torneo y ante la UC lograron un empate en San Carlos de Apoquindo y ganaron los dos partidos de Copa Chile.
A eso, se sumó la columna vertebral que encontró en el equipo donde Julio Barroso, Jaime Valdés, Martín Rodríguez y Esteban Paredes fueron los pilares del equipo que recién vino a volver a caer en la fecha 13 ante O’Higgins -jugando con un equipo alternativo- con lo que se despidió de la lucha por el título. Después, optó por cuadros compuestos por juveniles y suplentes, quienes no defraudaron y lograron cerrar el campeonato con victorias ante Everton y Palestino.
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Durante el Apertura, el técnico argentino le dio rodaje a la cantera donde Gabriel Suazo, Jorge Araya e Iván Morales fueron los jugadores que vieron más acción. Sobre el final del torneo se sumaron Diego Olhsson, Cristián Gutiérrez, Branco Provoste, Misael Llantén y Carlos Villanueva quienes sumaron sus primeros minutos en el profesionalismo, salvo Gutiérrez que ya había jugado con José Luis Sierra.
Si bien, el único título que puede lograr es el de la Copa Chile, el balance es positivo para Guede y queda con la sensación de que en el próximo torneo puede dar la pelea por el título si es que logra comenzar con el pie derecho el Clausura.
GRAF/PMR