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Por Isaac Maldonado, colaborador de la Asamblea Hinchas Azules
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Retrocedamos el tiempo un poco. Estamos a dos semanas de empezar el torneo nacional, la U juega sus amistosos con más de 15 mil personas en el estadio y por TV muchos otros miles lo ven por el canal del dueño de Azul Azul. Juan Leiva desborda por izquierda, Mario Briceño desborda y es gravitante por derecha. Beccacece en la banca manda, ordena y grita, todos parecen hacerle caso y uno a uno se van sucediendo los buenos resultados, mientras el sistema de juego del «Seba» nos parece recordar bellas épocas pasadas.
Avancemos en el tiempo y veamos la realidad. Beccacece se fue con uno de los peores rendimientos en la historia de la institución, peleado con algunos jugadores, con algunos hinchas, con algunos dirigentes. Las lesiones nos harían pensar que el «Seba» construyó un plantel desbalanceado, con muchas opciones en mediocampo, pero con un solo delantero centro; el tiempo diría que cuando se lesionó Mora se fueron los goles, y ni la Gata ni Briceño supieron rendir como 9.
Beccacece marcó uno de los errores más grandes de los que personalmente tenga recuerdo, al interior de Azul Azul. A Carlos Heller ya nada le hace gracia, ya no se ríe como lo hacíaantes y en las ruedas de prensa parece que sólo quiere irse, que las cámaras lo dejen de enfocar y volver a su trabajo. Pucha Carlos, metiste la pata hasta el fondo. Le compraste un cuento de juego ofensivo y de millones de dólares que nunca cuajó, que al parecer nunca tuvo dirección y que sólo mostraba buenas intenciones. Heller le prestó plata a la U para hacer la quinta inversión más grande en Sudamérica y en la cancha la cosa sigue sin funcionar. Heller recibirá toda su plata de vuelta, y las billeteras de los de siempre dirán aquí no ha pasado nada. Pero el fútbol es más que lo anterior, y los hinchas de la U lo sabemos más que nadie. Por más que el club siga manejándose de manera horrible en torno a lo económico, fuimos por lejos quienes más llevamos familia al estadio.
La familia azul no falla. Superamos a muchos quienes se dicen populares, a los actuales bicampeones y a muchos otros equipos. Es que la familia azul no falla nunca. Aun cuando versus Audax Italiano, Carabineros de Chile tiró lacrimógenas al interior del Estadio Nacional, afectando a niños y niñas que sólo querían ver a su equipo ganar (y que más encima nos empataran en el minuto 92´). De lo poco rescatable de este año es esto, es la pasión del y de la hincha azul, dejemos de comernos el cuento de que nadie quiere ir al estadio, la U mueve, la U congrega, la U es familia azul, la U es su gente.
Volviendo a lo que pasa dentro de la cancha la cosa no cambió. Pasó Victor Hugo con Musrri, muchos pensamos en que se volvería quizás a un juego más pragmático y un tanto resultadista, buscando la clasificación a un torneo internacional, pero tampoco pasó. Preso del envión de Beccacece, los históricos de la U mandaron un equipo similar, con vocación ofensiva y que trata mucho mejor el balón. Mejoramos. Mejoramos mucho con respecto a cómo terminamos con el «Seba». Recuerdo un partido versus Cobresal jugado en el Estadio La Portada de La Serena en donde en defensa fuimos un completo desastre. Al menos ahora, en defensa, sólo somos muchos menos desastre que en el proceso anterior, pero nos falta. Nos falta mucho.
Actualmente dependemos del archirrival para clasificar a copas internacionales, lo cual no me genera ningún problema. Las reglas son claras y estas situaciones suceden. Tampoco significa que estaremos esperando el partido gritando para que gane alguien particular, en ese partido no juega la U así que nunca tendrá ese gustito diferente de ver al equipo amado. El tema es otro ¿estaremos capacitados para jugar un torneo internacional? ¿Saldrá otra vez Carlos Heller vendiendo el humo (o vendiendo la pomada para los más antiguos) de que estamos para salir campeones de todo? Paso a paso Carlos Heller. Para hacer la ampliación de la casa, primero se debe tener los recursos y los maestros para construir. Para hacer una ampliación a la casa hay que ver si estamos cubriendo nuestras necesidades básicas ¿salud? ¿comida? Durante este año 2016 nunca cubrimos nuestra primera necesidad, nunca nos alimentamos, nunca comimos, la dirigencia pensó que era poner dinero en la bolsa y ganar; les cuento que la cosa no es así. Que venga Cobresal a contarle a Carlos Heller que las cosas no se ganan poniendo más y más plata.
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Hoy en día somos un enfermo que parece estar saliendo de la zona de gravedad y que necesita comida, algo tan básico como comida. Y al parecer tampoco la estamos teniendo. Terminamos el año raspando la olla, buscando cosas positivas, cuando en un principio todo invitaba a soñar. ¿Se necesitan más argumentos para dejar en claro que Azul Azul no da una? ¿Alguien les sigue creyendo que estamos para ganar todo? Las preguntas son muchas y las respuestas son muy pocas, cada vez más pocas.
GRAF/FLB