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Por Pedro Marín Roldán, El Gráfico Chile
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Dicen que disputar una final no es fácil y que es un partido diferente donde los 90 minutos se viven con una gran adrenalina. Bueno, dicha situación ya la ha vivido el entrenador de Colo Colo, Pablo Guede, quien este miércoles disputará su cuarta final como director técnico y buscará dejar atrás el saldo negativo que ostenta en dichos duelos.
El técnico trasandino disputó su primera final el 28 de marzo del 2015 en la Copa Chile cuando dirigía a Palestino. En aquella ocasión, los árabes perdieron por 2-3 ante Universidad de Concepción en un duelo que se disputó en el estadio Fiscal de Talca.
El cuadro del Campanil era dirigido por Ronald Fuentes el cual gracias a las conquistas de Paulo Díaz (autogol), Gabriel Vargas (de media cancha) y Fernando Manríquez festejaron ante los tetracolores.
Pese a la derrota en la final, Guede realizó una buena campaña en Palestino donde clasificó a la Copa Libertadores y se convirtió en uno de los entrenadores más requeridos por los clubes sudamericanos.
Fue así, como en el 2016 fichó en San Lorenzo de Almagro y en su primer gran desafío en los Cuervos vapuleó a Boca Juniors. Lo goleó por 4-0 y conquistó la Supercopa de Argentina.
Su estadía en los de Boedo comenzó con el pie derecho, no obstante, terminó de muy mala manera, ya que al disputar la final del Campeonato de Primera División 2016 fue humillado por Lanús que lo goleó 4-0, quedándose con las ganas de conquistar su primera corona de liga.
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A eso, se sumó el fracaso en la Copa Libertadores donde quedó eliminado en la fase grupal y se fue del club peleado con directivos y jugadores.
Este miércoles tendrá una nueva cita con la historia donde buscará emparejar el registro que tiene en los partidos definitorios, que hasta el momento, es negativo.
GRAF/PMR
