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Juan Ignacio Gardella
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Desde que Marcelo Bielsa arribó a nuestro país, en el 2007, la base de la Selección ha estado conformada por los referentes de la Rojita Sub 20 que alcanzó el tercer lugar en el Mundial de Canadá del mismo año. Es la histórica Generación Dorada del fútbol chileno, que, como todas, tiene fecha de caducidad.
Seis años pasaron para que un combinado criollo llegara a otra cita planetaria de la categoría. Fue el equipo comandado por Mario Salas, que rozó las semifinales de Turquía 2013 tras perder de forma agónica ante Ghana, un grupo que ha sido opacado por Alexis, Vidal, Medel y compañía, pero que está llamado a tomar la posta.
De esa escuadra, uno ya es habitual en las nóminas de la Roja adulta, Nicolás Castillo, aunque hay otros que también empiezan a ganarse de a poco su lugar, sobre todo desde que asumió Juan Antonio Pizzi. A partir de su desembarco, y considerando los planteles que disputaron tanto el evento orbital turco como el Sudamericano clasificatorio de Mendoza, ha sido citada buena parte de esa generación.
Darío Melo y Cristián Cuevas, convocados para la China Cup, fueron los últimos en sumarse, en una lista donde también aparece Ángelo Henríquez. Otros que han sido considerados por el santafesino son Felipe Campos, Igor Lichnovsky, Bryan Rabello y Nicolás Maturana.
Lawrence Vigouroux, Claudio Baeza, César Fuentes y Felipe Mora también han sonado para el Equipo de Todos. Lo que sembró el Comandante, comienza a ser cosechado por Macanudo.
«Estamos preparados»
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Contentos están los integrantes de la Rojita del 2013 por las nominaciones de Pizzi a bastantes valores de ese equipo durante el año que termina. «Produce mucha alegría y ratifica el nivel de esa selección, que fue súper competitiva. Siempre supe que varios podían ganarse un espacio, porque son excelentes jugadores y profesionales», celebra Franco Ragusa, volante de Everton, quien estuvo en Mendoza, no así en Turquía.
«Me parece fabuloso, porque es el sueño que uno tiene constantemente como jugador», complementa Alejandro Contreras, que dio el salto de Palestino a Universidad de Chile. También desde la tienda árabe a un «grande» pasó Felipe Campos, hoy en Colo Colo, quien expresa que «da confianza, ya que si se están llamando a algunos ex compañeros, ¿por qué no puedo ser yo? Ya fui convocado una vez. Entonces, creo que le están poniendo más atención a aquella generación».
Respecto al potencial de ese grupo y la posibilidad de tomar la posta del exitoso actual plantel de la Roja, el mediocampista viñamarino advierte que «sí está preparado, gracias a la ayuda que les están dando los mismos de la Generación Dorada, que los van guiando para agarrar un seleccionado que tiene que estar en la élite mundial por muchos años».
«Con los futbolistas que teníamos, se pueden lograr cosas muy grandes. Falta solamente tener las oportunidades y demostrar que sí estamos capacitados», agrega el defensa azul.
«No sé si estamos preparados para jugar desde el primer minuto, pero sí para ser citados y así ir agarrando confianza, para que en el corto plazo, esa Sub 20 sea mayoría en la adulta», cierra el zaguero albo.
El recambio toca la puerta.
GRAF/JIGB