El Gráfico Chile

Columna: Querido Viejito, quiero una Libertadores

Terminado el año futbolístico, y en medio de la euforia, los clasificados chilenos a la Copa prometen ir a pelearla. Por lo general, sólo se quedan en buenos deseos navideños.

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El sorteo no fue muy favorable para los equipos denominados «grandes» (EFE)

Querido Viejito Pascuero:

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Este 2016 me porté muy bien en casa. De hecho, gané por primera vez un bicampeonato y a eso le sumé una Supercopa, y lo hice sin derrochar, especialmente gracias a los tres regalos adelantados que me trajiste a mitad de año desde Argentina y a un equipo con base en el hogar.

Por eso, el deseo para esta Navidad es «ir a pelear la Copa Libertadores», más allá de que en la previa de Nochebuena, el diablo metió la cola y me cambió el papel del amigo secreto: del vecino, el Jorge Wilstermann, pasé al Flamengo, que es más grande, queda más lejos y siempre es complicado. Pero ahí nada que hacer, mala suerte nomás.

Donde tal vez sí pude haber hecho algo más fue en no dejar partir al hijo pródigo, porque por un lado vengo a pedirte semejante presente, pero por el otro me quedo de brazos cruzados, helado, viendo cómo se llevan al bigoleador. Hay casas en las que el arbolito es más abundante, sobre todo allá en el Polo Norte, y quizá debieras revisar eso.

También fui buen alumno en el jardín. Me costó en el primer semestre, porque había un profe poco motivador, el tío Coto, pero para el segundo trajeron uno que sí hacía clases entretenidas y nos sacó trote, y aunque fue difícil entenderlo al principio, terminó dándonos una estrellita.

Y lo pasamos tan bien al final con él, que estamos ilusionados para el 2017, aunque aquí tampoco me haya visto muy favorecido con el sorteo de los papeles, porque me salió el Botafogo, acaso el más complejo de los que había en esa bolsa. Y, para peor, tengo que hacer otro regalo para ser aceptado en serio en el juego, con el Olimpia como posible destinatario.

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Más encima, nuestro compañero más mateo podría cambiarse de sala, a ésa que tiene una Cruz Azul en la puerta, lo que sería un tremendo golpe para el grupo. Por eso, el Pajarito, uno de los más grandes del curso, volvió a reclamar y pidió «buenas incorporaciones», porque desde el 2007 que no podemos pasar la primera ronda en el campeonato de los recreos.

Viejito Pascuero, acuérdate de mí, me dijeron también el Pillo y el Loco, cuyos árboles son más chicos, de esos que se ponen arriba de una mesa, no en el suelo, así que no sé qué tanto puedan exigirte.

Como te digo, Santa Claus, Papá Noel o como quiera que te llames, me porté bien en casa y también en el jardín, pero tengo serias dudas de que con eso baste para que se cumpla el gran deseo que te pido. Dependerá del tamaño de los paquetes que me traigas.

 

Atentamente, el fútbol chileno.

GRAF/JIGB

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