Por Carlos Silva Rojas, editor de El Gráfico Chile
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La Selección tuvo un año noticioso. Sampaoli se fue, Pizzi llegó, ganó un título, se metió en zona de clasificación al Mundial de Rusia gracias a un triunfo por secretaría y su capitán, Claudio Bravo, ha sido uno de los jugadores que más repercusión mediática ha captado.
El arquero tuvo un año turbulento. Se fue de Barcelona para así terminar con su eterna disputa (empujada por los periodistas-hinchas catalanes) con Marc-André ter Stegen. Al parecer le salió el tiro por la culata.
Manchester City pagó 16 millones más variables por el chileno, convirtiéndose de paso en uno de los porteros mas caros del mundo. Tiene el respaldo de su jefe, Josep Guardiola, quien pujó incesantemente por la contratación del chileno, a quien le ofreció titularidad en la Premier y Champions, situación que quedó en evidencia al inicio de la temporada. Con la salida de Joe Hart a Torino y con la suplencia de Willy Caballero.
Pero la estadía de Bravo en Inglaterra ha sido más complicada de lo esperado, es más, derechamente llegó a un lugar donde no lo quieren, recibe críticas desmedidas, desproporcionadas, muchas veces fueras de todo contexto. A los ingleses se les nota mucho el dolor de que un sudamericano le haya quitado el puesto al arquero titular de su selección.
Siendo objetivos, Bravo es mucho mejor arquero que Hart. La estadísticas no mienten. En los últimos 15 partidos de ambos jugadores el chileno recibió 17 goles y el británico 22 (eso sí, hay que considerar que uno juega en un equipo grande y el otro en uno chico). Los medios ingleses se olvidaron rápidamente de los errores de Hart, de la lluvia de críticas que recibió en su carrera, donde uno de los principales detractores era el ex goleador Gary Lineker. Ahora es una blanca paloma y muchos lo piden de vuelta.
Me parecen desproporcionadas las apariciones de Bravo en los rankings de los peores del año. Considero, sin una actitud chauvinista, que hay muchos arqueros de peor rendimiento en 2016 que el chileno, que dicho sea de paso ganó siendo titular la Copa América Centenario y la Liga Española. Sin embargo, hay que tener claro que las críticas vienen desde medios donde el fanatismo le gana casi siempre a la objetividad, sobre todo en Cataluña, lugar donde ser periodista es sinónimo a ser hincha del Barcelona.
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No comparto para nada la forma de pensar y actuar de Bravo fuera de la cancha, pero dentro de ella es sin lugar a dudas uno de los mejores del mundo, situación que la acaba de certificar el Instituto Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, organismo serio, no como de algunos lugares donde vienen las críticas…
GRAF/CS