0 of 4
El Gráfico Chile
PUBLICIDAD
Si creíste que este 2016 ya lo habías visto todo en el fútbol, pues te equivocas. En la Superliga de Turquía se vivió uno de los episodios más insólitos del futbol durante este año que ya se va.
Resulta que el juez Cüneyt Cakir, quien dirigió la final de la Champions League 2014-2015 entre Barcelona y Juventus, se mandó un insólito cobro entre el Rizespor y el Osmanlispor. A los 67 minutos de partido, el juez cobró la pena máxima al sentenciar una mano dentro del área.
Nada del otro mundo el cobro del árbitro, sin embargo la repetición dejaría a la vista el increíble fallo: Cakir había cobrado una mano ni más ni menos que del propio arquero del Osmanlispor, Zydrunas Karcemarskas, que defendía durante un córner.
Pero la justicia divina existe, y Jakob Janstcher del Rizespor falló el penal, en un partido que finalmente terminó ganando el equipo afectado por 1-0.
GRAF/RR