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El Gráfico Chile
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Raúl Mariño dirigía la final del Campeonato de Cerro Largo, una provincia ubicada al norte de Uruguay, entre Boca Juniors y Convento. El encuentro, que significaba la gloria para algunos de los dos equipos, que tenían la opción de ascender a la Tercera División, terminó en un escándalo porque el árbitro estaba impartiendo justicia en estado de ebriedad.
Mariño presentó este martes 27 de diciembre, a través de una carta, su renuncia al arbitraje luego del episodio. En el documento aceptó su error y además denunció a Manuel Feo, dirigente de Boca Juniors.
«Debo decir que no me encontraba en plenitud de mis facultades, por haber ingerido un poco de alcohol, en la madrugada anterior, en una fiesta particular», afirma Mariño en una carta.
«Sí, fui violentamente golpeado, presentando heridas, constatadas por médico forense, de la cual, presento documento fotográfico», agrega.
Cuando el partido finalizaba y Boca Juniors era campeón porque ganaba por la cuenta mínima, Mariño cobró un penal para Conventos e hizo repetir dos veces la ejecución.
El encuentro se jugó el 18 de diciembre y no alcanzó a finalizar. Mariño se fue arrestado de la cancha por propinarle una cachetada a un jugador. Además, se cayó en la mitad del terreno de juego en evidente estado de ebriedad. Estas situaciones fueron denunciadas por los propios espectadores.
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En la comisaría, Mariño marcó 1,5 grados de alcohol en la sangre.
GRAF/FBC