El Gráfico Chile
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Las caras del entrenador de la selección chilena, Juan Antonio Pizzi, en el intenso duelo ante Croacia fueron totalmente contradictorias en cada etapa del compromiso, donde finalmente, la Roja logró la clasificación a la final de la China Cup tras superar por 4-1 en la tanda de los penales a los europeos.
En la primera mitad, Macanudo se mostró tranquilo con el juego que mostraban sus dirigidos y a los 18 minutos llegó la tranquilidad gracias al tanto convertido por César Pinares. No obstante, tras la apertura de la cuenta la calma se convirtió en desesperación, ya que, la Roja retrasó sus líneas y Pizzi no estaba conforme con dicha situación.
Por lo mismo, solicitó con constantes gestos a sus pupilos salir del fondo y volver a mostrar el juego agresivo que habían exhibido en los primeros 25 minutos. Las veces que fue enfocado Pizzi se le pudo observar conversando con su ayudante Manuel Suárez.
En el complemento, el semblante del técnico de la Roja fue netamente de preocupación. Croacia tomó el control de las acciones y Pizzi a menudo le indicaba a sus dirigidos que no estuvieran tras atrás y comenzó a corregir los errores que estaban cometiendo. Tras el gol de Croacia, el estratega mostró un rostro de preocupación y tras el pitazo final pasó a uno de sufrimiento.
Si bien, la tanda de los penales fue muy favorable para Chile, el técnico no pudo ocultar su cara de sufrimiento, aunque tras el tanto de Álvaro Ramos que le dio el paso a la final de la China Cup a la Roja, Pizzi volvió a sonreír y saludó uno por uno a los jugadores.
Pizzi terminó celebrando en un parido donde mostró sus dos rostros y en el cual, en más de una oportunidad recriminó a uno de sus dirigidos, ya que no cumplían con la función que le había solicitado.
GRAF/PMR
