El Gráfico Chile

El jinete Jorge González en búsqueda de la gloria: “Este será mi año, he demostrado que soy de elite”

Superando las bromas por la coincidencia de nombre con el cantante, el González hípico buscará consolidar su carrera en 2017. Desde una infancia “en las patas de los caballos” y una entrada a la hípica con dificultades, repasamos la vida de este crack de la fusta.

En su foro interno Jorge González sabía que su destino era ser jinete. Eran épocas de definiciones y mientras sus compañeros de liceo pensaban seguir estudiando, él tenía otra preocupación en las pistas de carreras.

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Nacido en una familia ligada a la hípica, con su padre trabajando con el preparador Alejandro Padovani y sus tíos como cuidadores o corriendo en las pistas de Peñuelas, pero sin dar el salto al profesionalismo. Mientras, el pequeño se ilusionaba con ser el que cruzara el disco en primer lugar. Pese a ello, sus padres tenían los resquemores propios de una actividad tan peligrosa y exigían que siguiera hasta cuarto medio: «Siempre quise ser jinete, cuando estudiaba me entró el bicho que quería correr, que no quería hacer nada más y tuve que hablar con mis papás y llegamos a un acuerdo para terminar en la nocturna, si me dejaban trabajar», rememora con Publimetro tras terminar una sesión de entrenamiento a pleno sol y cuatro horas antes de empezar a correr.

Con la venia de sus progenitores dio rienda suelta a su talento y mientras todos pensaban que iría como galopador a Estados Unidos, como sus primos, él dio una clase de perseverancia para llegar a ser jinete: “Lo que yo quería era correr, nada más. Uno lo lleva en la sangre, esto no se aprende. Creo que esto es innato. Hay gente que le puede gustar la hípica, pero si no tienes feeling con los caballos simplemente no puedes, esto no se aprende, se nace», comenta.

Con seis años disputando carreras de primer nivel, González es consciente de que llegó su momento para dar el gran salto: «Esté será el año de Jorge González, estoy pasando por un momento bastante bueno y estoy demostrando que soy un jinete de elite, se aproximan muchos desafíos para correr este año y estoy bien catalogado. Espero mejorar las suspensiones que tuve el año pasado, que me ayudaron a madurar y no cometer errores. Quiero destacarme en todas las carreras».

Siempre quise ser jinete, cuando estudiaba me entró el bicho que quería correr, que no quería hacer nada más y tuve que hablar con mis papás y llegamos un acuerdo para terminar en la nocturna, si me dejaban trabajar

Personas claves para la aparición del crack

El jinete del futuro Facebook

En la hípica detalles como cambiar la huasca, saber en que momento golpear o cambiar el ritmo son fundamentales, pero no se aprenden así como así. Para el joven Jorge González de finales de la década pasada, todo era aprendizaje. Primero entró a trabajar con Alejandro Padovani junto a su padre, de ahí pensó dar el salto cuando hicieron la Escuela de Jinetes. Sin embargo, esta instancia se deshizo ante la negativa del Sence para financiarlo, ahí tuvo que arreglárselas, mirando y aprendiendo lecciones de sus maestros de vida lo logró.

Uno de ellos fue Héctor Castillo, quien manejaba caballos del «Haras El Sheik». Ahí se dedicó a trabajar los purasangres cómo si fuera un jinete profesional. Pero sus mejores lecciones las vivió en la escuela del Hipódromo Chile con Mauricio Figueroa: «Aprendí demasiado con él. Fue un gran aporte, gracias a Dios, porque sin su apoyo no podría haberlo logrado. Me decía, ‘te voy a mirar y quiero que cambies fusta, que pegues, que cambies’. Después tomaba nota y me decía esto está bien o mal, fue fundamental».

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De esa academia González salió con nota 7, la mejor de una generación con varios jinetes prometedores como Rodrigo Painen, Víctor Cifuentes, José Paredes, Jonathan Castillo, compañeros de los que el látigo tiene buenos recuerdos y también declara haber aprendido de ellos: «Rescato de todas las personas un poquito. Cómo jinete todos los días aprendo algo nuevo, no me las sé todas, agarro todos los consejos».

La Primera Carrera

Pese a su claro talento, González fue el ultimo en ganar una carrera entre los compañeros salidos de la Escuela y el debut lo recuerda con cariño: «Corrí a «Constructivo» y era favorito, yo venía con buenos pergaminos y aprontando en récord para la carrera. Pero tenía ansiedad de ver como era todo, ansias de que llegara el momento. El caballo corrió hasta los 400 adelante y se paró, finalmente no lo pude mover bien terminando en un octavo lugar. De todas maneras estaba feliz de correr y los jinetes eran muy guapos en esa época, para ganar una carrera en Chile había que ser inteligente, porque todos tienen mucha viveza, mucha astucia».

El primer triunfo

«Llevaba tres meses corriendo y me costaba mucho hacer el peso. Dije ‘no voy a correr más, trabajo todo el día, monto 20 caballos en la mañana y no gano ni una carrera, no me echan a correr y me dan montas malísimas’. Pero un día me levanté, miré la foto de mi hijo menor y pensé en el futuro. Dije ‘No quiero que cuando el crezca le pregunten si su papá fue jinete y se rindió sin ganar una carrera’. Eso me dio ganas de quebrar el destino. Dije, ‘no, esto no me la puede ganar, salí con promedio 7 de la escuela de jinetes’. Finalmente monté a «Mr Humberstone», siempre practicábamos donde trabajaba mi tío, con Luis Urbina. El caballo era realmente muy mañoso para correr, de repente se quedaba parado. Por lote, le tocó ser favorito, pagaba 3 pesos, pero cuando partimos, igual se quedó parado. Lo conocía, no lo apuré y como lo galopaba en la mañana, en los últimos 200 los teníamos pillados a los líderes. Fue una carrera espectacular por venir desde el último lugar».

La carrera que más atesora

Tras ese triunfo, la semana siguiente González volvió a ganar y con ese festejo llegó el llamado de Cristian Muñoz para trabajar como su secretario, desde ese momento llevan 6 años trabajando. Pero todavía faltaba un buen triunfo para hacerse un nombre y salir del segundo plano. Era una época en que Cifuentes, otro de su generación llevaba 58 carreras ganadas y Gonzalez sólo 4, pero con victoria con «Contralmirante» comenzó su despegue: “Era inteligente para correr, pero me faltaban oportunidades. Recibí una beca de los Bagú  y don Carlos me dice ‘te he visto correr niño, quiero que me montes un caballo para ver cuanto sabes. Si lo trabajas bien, vas a ser mi jinete. Carlos Bagú, con reloj en mano, me hizo correr y cada 200 metros cronometraba. Tenía la oportunidad de mirar jinetes buenos y así fui aprendiendo. Empecé a ganar carreras hasta a hoy, fui perseverante, me costó mucho ganar mi primer carrera, mi primer Grupo 1 y nunca he dejado de trabajar, por eso creo que estoy vigente, porque el jinete se lo gana todo trabajando en la mañana».

Jorge Alejandro González, el hípico, tiene cuatro hijos que no les gusta la hípica. «En casa de herrero cuchillo de palo dice», el deportista de 26 años que no se preocupa de detalles y prefiere destacar que se declara feliz y enamorado: «Mi mujer ha sido fundamental para mi carrera, la vida del jinete tiene altos y bajos y cuando ganas tienes mil amigos y cuando te va mal sólo está la familia».

El encargado de llevar a «Fantasmagórico» al triunfo sobre el imbatible Il Campione en Alberto Vial Infante 2014 se hizo un nombre a costa de triunfos superando las bromas por la coincidencia de nombres con el Jorge González rockero: «Toda la vida me han dicho como el músico, donde voy me dicen ‘ahh como el cantante de Los Prisioneros’. La última vez le dije a uno que me confundió: ‘usted es la persona 10 millones que me lo dice’.  De todas formas me gusta su música, más ahora que está la onda retro, del rock, me encanta. En la hípica si que me conocen, uno nunca tiene que perder la humildad  y la gente de los hipódromos de acá me tienen gran cariño», aclaró.

Con triunfos en clásicos de Grupo I, como el Alberto Solari Magnasco o el Gran Clásico Coronación, González quiere dar el gran salto y el desafío de El Derby aparece como su gran oportunidad: «En el Derby le tengo mucha fe a mi actuación con «Full of Luck», por eso me cambié de «Luckita», el caballo tomó muy bien la mano y, como dicen por ahí, la tercera es la vencida, he llegado 2 veces seguidas en segundo lugar y este año vamos por el desquite», señala esperanzado de confirmar que es un verdadero jinete de elite.

GRAF/JR

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