Fue la gran sorpresa en la lista de Juan Antonio Pizzi para la China Cup y entró en los descuentos del triunfo sobre Islandia, que le dio a la Roja el título del certamen. Branco Ampuero puede darse el lujo de decir, como pocos en nuestro fútbol, que suma una corona con la camiseta de la selección chilena.
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Tras un excelente último semestre en Deportes Antofagasta, el defensa fue incluido en la nómina para el torneo asiático e ingresó en la final a los 90 minutos, por Leonardo Valencia. ¿Cómo se sintió? «Realizado. Creo que ésa es la palabra correcta», expresa el oriundo de Carelmapu, a 85 kilómetros de Puerto Montt, cuadro donde se formó.
Hoy, desde los casi 20.000 kms. que separan la ciudad nortina donde juega de Nanning -la delegación criolla retorna recién a contar de este miércoles-, el zaguero destaca lo conseguido a base de esfuerzo. «Después de mucho trabajo en ‘Antofa’, tuve este premio merecido», resalta el futbolista de apenas 23 años, que antes de viajar al otro lado del mundo, sólo había cruzado la frontera para una pretemporada del CDA en Buenos Aires.
Ahora, como valor seleccionable y de proyección, su futuro se vislumbra auspicioso. Previo a embarcarse rumbo a Asia asomó como opción para O’Higgins, pero él no sabe nada.
«Circularon muchas cosas. Si son ciertas, siendo sincero, no lo sé», indica el defensor, a quien le restan dos años de contrato con los Pumas. «Me debo a ellos. Llegará una oferta cuando tenga que llegar. Depende exclusivamente de mí», complementa.
«De momento, sigo en el club. ¿Partir? Obvio, a quién no le gustaría, pero hay que ir con calma y quemando etapas», cierra el el central. A la del debut en el Equipo de Todos ya le prendió fuego.