Atlético Tucumán no sólo hizo historia por lograr la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Libertadores luego de vencer como visitante a El Nacional de Ecuador, sino que también porque lo logró jugando con la camiseta de la selección argentina.
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El conjunto trasandino utilizó la indumentaria de la sub 20 que está disputando el Sudamericano en ese país, por el retraso de casi tres horas del avión que debía trasladar al plantel desde Guayaquil a Quito, algo que no sólo alteró el inicio del partido, sino que también la utilería.
Pero el caso de El Decano no es único en el fútbol. Por diferentes motivos, otros equipos también han tenido que jugar con una indumentaria que no es la suya.
En noviembre de 2008, Racing de Santander y Betis se enfrentaron por La Liga de España. Y en este caso la determinación de Ayza Gámez, árbitro del partido, fue que las dos camisetas que llevó el conjunto Cántabro a Sevilla, la alternativa y la tercera, se parecían mucho a la de su rival.
Por eso es que el actual equipo de Felipe Gutiérrez quiso arreglar el inconveniente prestándole su polera alternativa a Racing y así poder dar inicio al partido, que terminó con victoria 3-1 para Betis.
Universitario de Sucre utilizó la camiseta falsificada del Stuttgart de Alemania en septiembre de 2014. Fue ante Oriente Petrolero, que entró a la cancha con una camiseta de color blanco. Pero Universitario hizo lo propio con una indumentaria blanca y verde, con líneas verticales. El árbitro no permitió que el encuentro comenzara debido a la similitud.
Pero ninguno de los dos equipos tenía una camiseta alternativa. Tras varios minutos de conversaciones, se llegó a una solución. El visitante compró camisetas del conjunto alemán en una tienda de ropa deportiva, aunque no les trajo suerte y perdieron 4-0.
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También en la Primera División boliviana, el club Ciclón de Tarija debió utilizar la camiseta falsa de la Roma de Italia en un encuentro ante Real Potosí en enero del año pasado, porque había llevado al estadio Víctor Agustín Ugarte sólo su camiseta principal, con colores celeste y blanco, que se confundía con la blanca de Potosí.
Por ese motivo, un directivo a cargo de la delegación del cuadro de Tarija salió a comprar camisetas para cumplir el reglamento. Luego de dibujarle con un lápiz los dorsales, la visita salió a la cancha y cayó estrepitosamente por 4-0.
En noviembre de 1998, Olimpia y Vélez se enfrentaban en Asunción por la Copa Mercosur. Antes del partido, el chileno Eduardo Gamboa, árbitro del compromiso, preguntó en ambos vestuarios cómo iban a vestir para salir a la cancha, y tanto el equipo paraguayo como el argentino aseguraron que saldrían con sus camisetas tradicionales, que son blancas.
Vélez no había llevado su camiseta alternativa y Olimpia se negó a jugar con otra indumentaria que no fuera su clásica camiseta. Según trascendió, José Luis Chilavert, capitán del club de Liniers, decidió que su equipo saliera con la indumentaria de Cerro Porteño, archirrival del Rey de Copas, para calentar el ambiente.
Así fue, pero Vélez perdió 2-1 en el Defensores del Chaco, con un doblete de Roque Santa Cruz, quien tenía 17 años.
En la última jornada del grupo 1 de la Copa del Mundo de 1978 celebrada en Argentina, se enfrentaban Francia y Hungría. Al encuentro, que se jugó el 10 de junio, las dos selecciones llegaron con sus camisetas alternativas, que eran blancas. Aunque nunca se ha confirmado el motivo, habría ocurrido porque la FIFA le pidió a los dos combinados llevar su segunda indumentaria.
Arnaldo Cézar Coelho, árbitro del partido, habló con ambos seleccionados para encontrar una solución y jugar el compromiso. Los franceses propusieron que se buscara a algún equipo de la zona que cediera sus camisetas. Se pensó en un modesto equipo de Mar de Plata, el Atlético Kimberley, que utiliza camiseta a franjas verticales verdes y blancas.
El juez aceptó y el encuentro se jugó con un retraso de 45 minutos. La indumentaria de kimberley le trajo suerte a los galos, que se llevaron una victoria por 3-1 sobre Hungría.
El caso de Víctor Loyola
Si bien no fue todo el equipo, el caso chileno más recordado es el del ex arquero de Santiago Morning, Víctor Loyola, quien jugaba con una camiseta Iker Casillas, ex portero de Real Madrid.
Cuando fue consultado por los periodistas, el guardametas chileno aseguró que utilizaba esa indumentaria porque su primo se la había enviado desde España, aunque no era una réplica.
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