Los clubes chinos de fútbol de primera división (Super League) gastaron un monto récord de 388 millones de euros en el mercado de invierno, destacando el fichaje de Oscar (procedente del Chelsea), pese a las restricciones contra los gastos «irracionales».
PUBLICIDAD
El mercado de fichajes termina el martes en China y eclipsa el precedente récord establecido en 2016 en el mismo período (345 millones de euros).
Por segundo invierno consecutivo, el monto supera el gastado por los equipos de Premier League (259 millones de euros), según el sitio especializado Transfermarkt.
En diciembre, el volante brasileño Oscar fue traspasado por 60 millones de euros (récord de Asia) al Shanghai SIPG, donde recibirá un salario anual de 24 millones de euros, convirtiéndose en el segundo futbolista mejor pagado del mundo.
Ese monto el coloca justo detrás del delantero argentino Carlos Tevez, que fichó por el club chino rival Shanghai Shenhua por una remuneración de 38 millones de euros por temporada, según la prensa argentina.
China continuará atrayendo a grandes nombres, simplemente debido a los salarios que se proponen
Los rumores de estas últimas semanas, que enviaban a Wayne Rooney (Mánchester United) y a Cristiano Ronaldo (Real Madrid) a China, se han esfumado.
PUBLICIDAD
Pero otros grandes nombres se han unido a la Super League china: el belga Axel Witsel (Tianjin Quanjian, procedente del Zenit San Petersburgo), el brasileño Alexandre Pato (Tianjin Quanjian, procedente del Villarreal), el nigeriano John Obi Mikel (Tianjin Teda, procedente del Chelsea) o el portugués Ricardo Carvalho (Shanghai SIPG, procedente del Mónaco).
«Muy injusto»
La firma de Oscar y de Carlos Tevez llegó antes del anuncio por parte de las autoridades de una serie de restricciones contra los gastos «irracionales».
Los ingresos de los jugadores serán ahora «limitados de forma razonable» y los clubes de Super League sólo podrán alinear tres jugadores extranjeros por partido, frente a cuatro antes.
La decisión «es muy injusta para los equipos que ya han fichado jugadores y una ventaja inesperada para los otros», señala Mark Dreyer, del sitio Internet China Sports Insider.
Algunos clubes pagaron onerosos traspasos por futbolistas extranjeros, que deben continuar pagando, pero a los que no pueden desde ahora utilizar plenamente.
El presidente del Tianjin Quanjian aseguró querer haber fichado a Diego Costa (Chelsea), Edinson Cavani (PSG) o Radamel Falcao (Mónaco), pero desistió tras las restricciones.
«Los grandes gastos van a continuar», afirma, sin embargo, Tom Elsden, de la sociedad de gestión de marcas Mailman Group, basada en Shanghai. «China continuará atrayendo a grandes nombres, simplemente debido a los salarios que se proponen», añade.
Las sumas pagadas por los traspasos de Witsel (20 millones de euros) y Pato (18 millones de euros) así lo muestran.
Puesto 86 en ránking FIFA
Las sumas gastadas van en ocasiones más allá de los precios de los mercados. Fichando a estrellas extranjeras, los patronos de los clubes buscan de este modo complacer al presidente chino, Xi Jinping, aficionado al fútbol, que ambiciona convertir al país en una potencia en este deporte.
Pero las autoridades chinas quieren ahora frenar los excesos: a los clubes chinos se les pide que orienten sus gastos hacia la formación de jugadores chinos, para crecer a largo plazo, más que gastar en fichajes de estrellas extranjeras, con presencias efímeras.
La selección china ocupa actualmente una poco atractiva 86ª plaza mundial en la clasificación FIFA, detrás de Trinidad y Tobago (84) y las Islas Feroe (82).
Las nuevas medidas que «permitirán al fútbol nacional verse protegido, permitiendo al mismo tiempo al campeonato atraer a futbolistas de clase mundial», indica Elsden.
China se convirtió en 2016 en el quinto país más gastador en el mercado de fichajes internacionales, según un informe de la FIFA, con 451 millones de dólares (426 millones de euros). El año precedente, solo estaba en el puesto 20.
Aunque está muy lejos de la Premier League inglesa (1.300 millones de euros gastados), supera a campeonatos como el francés (196 millones de euros) y el portugués.