En los dos últimos partidos que había disputado Colo Colo (ante O’Higgins y Deportes Temuco), el entrenador Pablo Guede había fallado en un aspecto y por lo mismo, era cuestionado: los cambios.
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Sin embargo, en la sólida victoria ante Universidad Católica el técnico argentino acertó en las modificaciones que realizó y por suerte, le quedaba un cambio cuando se lesionó el portero Justo Villar.
Recién a los 71 minutos, el DT se decidió a mover las piezas. Brayan Véjar ingresó por Ramón Fernández. Un cambio que en primera instancia no entendieron los hinchas, pero que, rápidamente lo entendieron al ver el cambio de posiciones que se realizó en la cancha.
Gabriel Suazo que había jugado como lateral izquierdo pasó a la zona de volantes de contención para dejar a Véjar por la banda. Además, soltó a Jaime Valdés quien fue el «10» en la recta final ante la UC y el Pájaro no desentonó.
A los 74′ fue el momento del segundo cambio. En esta ocasión, Guede no experimentó. Dispuso del ingreso de Octavio Rivero quien retornó tras superar su lesión, quien reemplazó a Andrés Vilches quien realizó un buen cometido y anotó el segundo gol de la victoria alba.
Y la última modificación fue por obligación. A falta de 13 minutos para el final, el arquero Villar se lesionó e ingresó Paulo Garcés, quien pese a que dudó al principio, después se afirmó, aunque sobre el final casi noqueó al defensa Julio Barroso.
Guede acertó en los cambios, tema que había sido cuestionado en los últimos duelos.
