El entrenador Bartolomé Salva Vidal es uno de los colaboradores que tiene la academia de tenis de Rafael Nadal en España. El ex tenista ibérico tomó como dirigido al chileno Christian Garín (202º del ATP) hace seis meses, y por ello hace el primer diagnóstico de su dirigido.
PUBLICIDAD
Para el partner de Rafa, la presión que existe en Chile por su futuro es excesiva, y que efectivamente le ha afectado en su juego y en el desarrollo de su carrera como profesional.
Pese a eso, Tomeu ve a Garín como uno de los grandes jugadores a futuro y lo posiciona en lo más alto del tenis a futuro. El orden y la paciencia, sus principales enseñanzas para el deportista iquiqueño de 20 años.
¿Por qué te embarcas en este proyecto con Christian, qué te llama la atención?
Yo creo que es un proyecto muy interesante y bonito, es un chico con un potencial muy grande, un chico joven y yo creo que él puede llegar a conseguir cosas muy importantes en este deporte. Esto es lo que a cualquier entrenador ilusiona, tener a alguien con un potencial y esto Christian lo cumple.
Hay mucha presión en él desde hace mucho, ¿cómo la tratas tú?
La presión te la pone el exterior, y luego el jugador la absorbe. Los que estamos en este mundo del tenis saben que un chico de 16 años, por mucho que gane Roland Garros, o torneos importantes, le queda mucho por vivir. Hay muchos casos de esos de que tiene éxito y luego las cosas no han salido. Por lo tanto la gente desde fuera te encasilla en algo irreal.
¿Es cierto que los jugadores europeos maduran antes que los sudamericanos?
Esto en España no pasa porque hay tantos jugadores buenos y Christian es la realidad, no es nadie, un chico de 20 años que juega tenis bien. Y eso es como lo veo, acá resulta que es el mejor con un ranking de 100 y tanto y se le exige más de lo que debería, pero allá hay muchos como él, o delante de él y que han pasado por lo mismo. Por tanto, allá no recibe ningún tipo de presión y eso le ayuda. No es una cuestión de que se ponga más nervioso en casa, al final es un problema suyo pero es un chico con una proyección muy buena, tiene sus cosas que mejorar.
¿Qué están haciendo en la academia para mejorar el tema psicológico?
Lo que intentamos no es un sistema sólo de la academia, es algo que cada entrenador aplica que es intentar conseguir que el jugador esté tranquilo consigo mismo, y que al final no tiene que demostrar nada a nadie, que es el caso de él, y cuando las cosas salen bien te ponen más tranquilo. Yo creo que el hecho de que sea uno más ayuda a él porque está más tranquilo.
PUBLICIDAD
¿Hasta dónde crees que pueda llegar Christian?
Eso es fácil. La evolución de un jugador es difícil de prever, pero de lo que sí estoy seguro es que puede llegar muy lejos, el número no te lo sabría decir, pero sé que tiene un potencial por estar arriba de todos, muy arriba. Cuánto arriba no sé, pero tiene potencial muy bueno y si él evoluciona en la madurez y la constancia y el orden, sin duda lo va a conseguir.
El juego de Christian es al límite, ¿han pensado en cambiarlo?
Estamos trabajando en ello, en el tema de la constancia y orden dentro de la cancha, pero siempre teniendo claro que su fortaleza es la agresividad. No lo puede poner a tres metros de la línea y que corra de lado a lado. No tiene ni el físico ni la mentalidad y el tenis de ahora no va por ese camino.
Los que estamos en este mundo del tenis saben que un chico de 16 años, por mucho que gane Roland Garros, o torneos importantes, le queda mucho por vivir.
¿Cuál es ese camino?
La gente le pega más fuerte y pega más winner, eso es dentro de una paciencia que le ha faltado en este torneo, de aguantar un poco más y atacar cuando hacerlo, dentro de un juego agresivo, yendo a buscar los puntos y con un margen porque acá en Santiago ha ido con mucha locura. También es complicado el control de la pelota acá y eso nos falló. No sacamos el mayor provecho de lo que nos entregó el día.
¿Él está feliz jugando al tenis?
Sí, él está feliz. Lo que pasa es que a veces creo que la gente se engaña porque él tiene un carácter distinto, más serio que parece que está más triste y obviamente esa imagen corporal la tiene que mejorar pero a veces nos confundimos con eso. Para Christian es su pasión el tenis y si no estaría haciendo otra cosa porque es muy sacrificado, yo no haría lo que él hizo de irse a otro país, si lo hace es porque lo apasiona, pero a veces da la sensación de carácter, pero por dentro sí disfruta.