El astro brasileño Neymar obtuvo un fallo parcialmente favorable a un recurso presentado ante el fisco de su país, que aliviará considerablemente la multimillonaria multa a la que había sido condenado.
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El Consejo Administrativo de Recursos Fiscales (CARF), dependiente del ministerio de hacienda, anuló el miércoles dos condenas por supuestas irregularidades en el pago de impuestos sobre los contratos de patrocinio firmados por el jugador del Barcelona a través de empresas creadas por su padre. El CARF mantuvo sin embargo la vigencia de otras tres sentencias.
«El Consejo decidió (…) excluir de la base de cálculo de la multa las sumas relacionadas con contratos de publicidad firmados por persona jurídica», explicó el organismo en un comunicado enviado el jueves a la AFP.
El nuevo cálculo aún no se efectuó, pero el diario Folha de Sao Paulo estima que la multa podrá reducirse a menos de la mitad de los 188 millones de reales que Neymar fue condenado a pagar en marzo de 2016 (54 millones de dólares, al cambio promedio de ese año).
«¡Obtuvimos una gran victoria… que le pertenece a Dios! ¡Nuestra familia y nuestras empresas, por decisión de la CARF, fueron consideradas LEGÍTIMAS!», escribió el padre de Neymar en las redes sociales.
NR Sports, la empresa creada cuando el joven futbolista tenía apenas 14 años pero ya se perfilaba como un superdotado del balompié, posee todos los derechos de imagen del atacante. Como persona jurídica, su franja impositiva es de 15% a 20%, frente a 27,5% aplicable a las personas físicas.
Victoria parcial
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La defensa logró la anulación de una parte de la condena por fraude fiscal alegando que el propietario oficial de la empresa es el padre de Neymar, y no el jugador.
Pero el CARF rechazó otros reclamos de la apelación, relacionados con los derechos de imagen que le pagaba el Santos, su club de origen, como complemento de salario y no en base a contratos de patrocinio.
El CARF mantuvo igualmente una multa por los 10 millones de euros desembolsados en 2011 por el Barcelona bajo forma de «préstamo» en favor de otra empresa de la familia Neymar, N&N Consultoria.
Esa suma fue considerada como un adelanto abonado por el club catalán para tener prioridad en el futuro traspaso del jugador, que finalmente se llevó a cabo en 2013.
Una transacción plagada de irregularidades, según la justicia española, que acusó Neymar y al Barça de «estafa» y «corrupción».
En un primer momento, el club cifró el traspaso en 57,1 millones de euros: 40 millones para su familia y 17,1 millones para el Santos y el fondo de inversiones brasileño DIS, que poseía el 40% de los derechos del futbolista. Pero según la justicia española, el futbolista costó al menos 83,1 millones de euros.
Graf/JR