Por Giuseppina Lobos & Pablo Serey
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Fácilmente los integrantes de la actual selección Sub 17 que logró clasificar al Mundial de India podrían ser hijos de alguno los miembros de la última escuadra chilena que consiguió en cancha los boletos para una Copa del Mundo. Para muestra un botón: ninguno de los pupilos de Hernán Caputto había nacido cuando el equipo de Vladimir Bigorra se ganó el derecho a participar de Egipto 1997.
Ni que decir de la generación que conquistó el tercer lugar en Japón 1993, con Leonardo Véliz en la banca, cuyos integrantes, sin excepción, ya se encuentran retirados del fútbol profesional. Y de ahí no se puede retroceder más, pues no hay más planteles chilenos que hayan logrado sortear con éxito un Sudamericano Sub 17 y con ello abrochar el paso a un Mundial.
En 17 ediciones de la Copa del Mundo juvenil, sólo tres escuadras de la Roja participaron en una cita planetaria, dos de ellas, la de 1993 y 1997, ganándose su derecho en cancha y la de 2015 por ser la selección sede del certamen. Por lo mismo, la voz de quienes protagonizaron las gestas que anteceden a la fresca conquista gestada en Rancagua cobra un valor que va más allá de lo testimonial.
«Cuando vi que los chicos habían clasificado, lo primero que se me vino a la mente fue decir cuantas cosas tienen por disfrutar porque después viene todo muy mecanizado, muy exigente, todo tiene que ver con resultados. Es momento que ellos disfruten, que lo pasen bien. Ir a un Mundial es una experiencia irrepetible, única. Eso fue lo que nos pasó a nosotros», recomienda, en conversación con El Gráfico Chile, Dante Poli, quien fue pilar del equipo chileno en Japón 1993.
«Ha sido un tema comentado en el camarín de Católica. Estamos todos contentos por los muchachos, la mayoría conocemos al técnico y personalmente me pone muy contento que a una persona muy trabajadora y muy querida en el medio le vaya bien. Y bien por los chicos, porque a partir de ahora se les empieza a mirar con otros ojos, ellos también miran el futuro casi profesional, la experiencia me dice que es un momento de inflexión, deja de ser un juego«, establece Milovan Mirosevic, quien, en entrevista con Cruzados.cl, recordó su experiencia en Egipto 1997.
¿Cómo se vive un Mundial Sub 17?
Más allá de lo netamente futbolístico, para los jóvenes que dan forma a la actual generación de la Rojita, participar en el Mundial de India significará estar por semanas lejos de la familia, en medio de un estricto trabajo, en un exótico y lejano país, tal como en el pasado lo hicieran las delegaciones del ’93 y del ’97.
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Suena duro, pero no es tan así, asegura Manuel Villalobos en conversación con El Gráfico Chile. «Para nosotros la experiencia de jugar un mundial en Egipto es algo que no se puede comparar con nada. Vestir la camiseta de tu país y representar sus colores fue una bonita experiencia», expresa el mundialista en Egipto, quien además recuerda que «tuve la oportunidad de hacer un gol en la previa ante Uruguay y después marqué en un Mundial ante el anfitrión, perdiendo 1-0 y con más de 80 mil personas. Empatarle en su casa fue bastante meritorio. En lo personal fue muy lindo, especialmente para mi familia, una felicidad enorme».
Manuel Neira, goleador de la Rojita que culminó tercera en la cita nipona, también relata su deleite en tierras lejanas. «Tenía 15 años, estaba vuelto loco porque estaba Japón. Sabíamos que los partidos en Chile los daban a las 3:30, teníamos pocos hinchas allá. La verdad es que fue una experiencia maravillosa, me dejó marcado para toda la vida. Gracias al mundial Se me abrieron muchas puertas», comenta a El Gráfico Chile.
Y en cuanto al hecho de conocer con menos de 17 años un país diametralmente distinto a través del fútbol, el ex goleador cuenta que «eso es algo espectacular, porque los jóvenes van aprendiendo otras culturas, van conociendo otros lugares. Lo importante es que estos jóvenes no vayan sólo a competir sino que también a conocer lugares históricos que a lo mejor nunca van a tener la oportunidad de volver».
Sobre el mismo tema, desde la perspectiva técnica, Vladmir Bigorra expone que en el caso del plantel que viajó a Egipto «se hizo una preparación con antelación. Hubo mucho trabajo con el sicólogo, nos fuimos aclimatando con conversaciones, videos y los chicos mostraron mucha madurez. Se hizo un cronograma de actividades, íbamos a diferentes partes, había muchas cosas para observar, los museos, los mercados, las pirámides. Todas esas actividaes ayudan mucho a aclimatar».
Por su parte Leonardo Véliz pone sobre la mesa otro tema al argumentar que el liderazgo de un entrenador de una Sub 17 en un Mundial tiene que ir más allá de lo deportivo y lo convencional. «El liderazgo uno tiene que hacerlo efectivo con mucho afecto, mucho cariño. Yo trataba de prestarle una oreja a cada uno de los jugadores para que me contara sus problemas. Es que no se puede aplicar ese típico liderazgo fuerte», asevera.
La actual Rojita en los ojos de los viejos mundialistas
Pese a conseguir la clasificación a India 2017, la selección de Hernán Caputto ha tenido que cargar con cuestionamientos que apuntan a su conservador y efectista estilo de juego. Pero desde la óptica de los históricos de la serie Sub 17 chilena aquello es un tema más bien secundario.
«Creo que el análisis que se debe hacer pasa por la consecución del objetivo. Consiguieron algo muy importante, pues estamos hablando de que hace 20 años no se lograba algo similar. Se ve que Hernán conformó una escuadra muy alineada en la obtención de la gran meta que era lograr la clasificación al Mundial y lo logró», apunta Bigorra a El Gráfico Chile.
«Esta selección fue de menos a más en relación a muchos aspectos: al principio ganaba con lo justo, a través de jugadas con pelotas detenida y juego aéreo, pero en el último partido, después del horror contra Paraguay, se redimieron venciendo de buena forma a Ecuador, con mejor fútbol, lo que todos estaban pidiendo. Eso sí, en tema de gusto, en el fútbol hay paladares de muchos tipos y esta selección ha elegido el pragmatismo y le ha ido bien«, plantea el Pollo Véliz.
Mientras Manuel Neira establece que «estos chicos tienen la capacidad de afrontar bien las cosas, lo han mostrado durante el campeonato. Son una de las vallas menos batidas. Se han ganado el derecho de estar en un Mundial. Los vi muy bien».