Por Javier Ríos Rodríguez, enviado especial a Buenos Aires
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Los transeúntes argentinos que pasaban a eso de las nueve de la noche por el Obelisco de Buenos Aires poco entendían porqué cientos de chilenos no paraban de gritar a los pies del punto neurálgico de la capital argentina. Y si a eso le sumaban que el ambiente rápidamente se llenaba de fuegos artificiales y banderas flameando, la incertidumbre era mayor.
Es que lo que partió como una reunión para aclarar las dudas de la Marea Roja, terminó como un aliento multitudinario para la selección chilena, que, pese a que aún no llegan a Buenos Aires, ya tienen asegurada la presencia de miles y miles de hinchas para el próximo jueves 23 de marzo en el Monumental de River Plate.
Al compás de los constantes ceacheí, los fanáticos seguían atentamente las instrucciones de Mario Moreno, más conocido como Chapulín, líder de la Marea Roja. “Mañana nos vemos en el hotel y el jueves ganamos como sea”, gritaban, ante la mirada de un par de molestos argentinos, los chilenos para anunciar el banderazo que tienen preparado para recibir este miércoles a la selección chilena en el hotel Hilton de Puerto Madero.
«Será el más grande en la historia de las Eliminatorias», anunciaba Chapulín a los fanáticos que seguían llegando al Obelisco, pero no se quedó ahí y anunció que tendrán un gran recibimiento a la Roja en el Monumental de River.
«El equipo, así como la hinchada, darán la sorpresa en el Monumental», concluyo con la promesa de llenar la tribuna Centenario el próximo jueves a las 20:30, horario programado para el partido entre Argentina y Chile, válido a la décimotercera fecha de las Clasificatorias.