El técnico de la selección chilena, Juan Antonio Pizzi, dirigió este miércoles la última práctica de la Roja antes de su viaje a Buenos Aires para enfrentar a Argentina. Ahí, el DT rosarino se enfocó en los marcajes por zona, la recuperación rápida de la pelota y también de los tiros libres.
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A diferencia de la mayoría de los entrenamientos que ha tenido Pizzi en la Roja, éste último parece haber sido muy especial para él. Así lo hizo notar en Juan Pinto Durán con bastantes gritos a sus dirigidos para mejorar sus jugadas y también pidiéndoles mucha intensidad.
La idea principal para el compromiso frente a la Albiceleste es la posesión de balón, por lo que Macanudo se molestó mucho con sus jugadores cuando perdían la pelota. Le exigió mucho al ya recuperado Gary Medel para ordenar la zaga, a lo que el defensa del Inter de Milán le respondió dando lo mejor en cada cruce contra los reservas de Chile.
Por otra parte, otro que tuvo gran protagonismo en los últimos ejercicios de la Selección fue el volante del Celta de Vigo, Pedro Pablo Hernández. El tucumano será el reemplazante del suspendido Arturo Vidal, siendo titular por tercera vez en el proceso de las Clasificatorias rumbo a Rusia 2018. .
Un escenario que se transforma en una presión muy grande para el Tucu, quien fue constantemente animado por sus compañeros y cuerpo técnico en las prácticas, apoyando las labores defensivas para dejar más adelantado al mediocampista del Bayer Leverkusen, Charles Aránguiz.
Tiros libres y charla privada
Una vez concluida la práctica de fútbol, el staff que trabaja con Pizzi dispuso de un trabajo de tiros libres, en donde el once «alternativo» estaba al ataque y el titular defendía. Una preparación pensando en la habilidad que tienen los posibles ejecutantes argentinos por esa vía, como el delantero Lionel Messi.
Tras eso, el entrenamiento oficial se dio por concluido, pero el grupo se dividió entre los que se dirigieron al gimnasio, a descansar y otros que se quedaron pateando lanzamientos libres. Entre ellos el más destacado fue el propio Pizzi, quien fue el encargado de probar a Claudio Bravo.
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Luego de ese corto último ejercicio, Macanudo se sentó en el césped de Pinto Durán con el meta del Manchester City y conversaron por cerca de 20 minutos, dándole la confianza a un capitán de la Roja que no lo está pasando nada de bien en Inglaterra con su suplencia y las continuas críticas que recibe por su rendimiento.
Por último, y a modo más recreativo, Esteban Paredes, Leonardo Valencia, Eduardo Vargas, Arturo Vidal y Felipe Gutiérrez le patearon hasta el cansancio al arco al portero de Universidad Católica, Cristopher Toselli.