Por: Isaac Maldonado – Colaborador Asociación Hinchas Azules.
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Como hinchas de la U sabemos que estamos viviendo nuestro mejor momento, a partir de los últimos dos años. Dos años en los que hemos visto como nuestro equipo es reducido a la mínima expresión, pasando por la quinta inversión más grande de Sudamérica en refuerzos, y que llevó a casi estar en el descenso del campeonato nacional. Estuvimos cerca y muy cerca, quizás muchos de nosotros nunca vimos esa posibilidad como cierta porque confiamos en el repunte eterno de nuestro equipo, pero es verdad que estuvo ahí.
Pasaron dos años para ver a la U ganando tres partidos seguidos, lo cual suena casi una ridiculez pensando en el sitial del equipo en el concierto nacional e internacional. Está bien, no deben salir campeón siempre los mismos, pero esto coincide con los puntos más álgidos de la gestión de Carlos Heller a la cabeza de la Sociedad Anónima que administra nuestro club. Una gestión autoritaria y que se basa más en la imposición de quien se sabe presidente, dueño y millonario. Una gestión déspota que ha generado vaivenes deportivos importantes: salimos campeones con (Martín) Lasarte, a quien echaron para traer a (Sebastián) Becaccece y estar rozando el descenso.
Pasaron dos años y vemos a un DT que trabaja. Que muestra una cara bastante curiosa para la prensa, manda frases dignas del calificativo de “increíbles” por lo bajo. ¿Comparar a Jara con Piqué? ¿A Mora con Villa? Que importa lo que se diga para la prensa cuando el trabajo en cancha se ve fácilmente. Mora goleador del torneo y Jara recuperando poco a poco su nivel competitivo. Podemos no salir campeón (¿alguien le pide ser campeón a Hoyos en su primer campeonato?) pero hay un mejor sabor de boca, el equipo juega a algo, los delanteros se entregan y disparan al arco, los defensas la revientan si es necesario, los mediocampistas se relevan entre ellos para cubrir y atacar. Punto aparte lo de Johnny Herrera, que vuelve a subir su nivel cuando se enfoca en jugar, y Hoyos lo alejó de la prensa y de echarse al hombro a un camarín en los medios y el capitán responde.
El sábado a las 12:00 viene un partido difícil. La Universidad de Concepción de (Francisco) Bozán buscará hincar el diente en las falencias defensivas que hemos logrado disimular, pero todos sabemos que siguen y seguirán ahí; con transiciones rápidas y sin complicaciones defensivas. El plan debe ser similar, como dice mi viejo: «equipo que gana repite» y la consigna debe ser similar: presión e intensidad en el juego, repliegue defensivo y buen juego por las bandas; además de los constantes desmarques en diagonal o a la espaldas de los centrales del Guaje Mora, el resto es sólo ficción sobre lo que puede pasar.
Estamos a tres puntos del segundo y a cuatro puntos del primero, lo que se viene ya son palabras mayores. Y no hablo de lo impuesto en otros equipos en donde el ganar lo es todo y el perder es el fracaso, hablo de aprender a manejar la presión de un plantel que poco a poco va demostrando lo que todas y todos los hinchas creemos que son capaces de hacer. Muy para mal, en los últimos dos años demostramos tener poca capacidad de reacción ante lo adverso, un gol en contra, el equipo contrario se cierra y se nos hacía imposible, luego perdemos y la presión para el próximo partido era insostenible. Lo del sábado es una prueba difícil, sobre todo por lo que significaría lograr el cuarto partido seguido en triunfos, porque luego viene el partido contra el clásico rival y puntero del campeonato, que podría significar cambios en la tabla.
Pero todas y todos los hinchas tenemos esa ilusión, esta ilusión que nos dice que este puede ser el campeonato, que ahora nos afirmamos, que ahora repuntamos por fin. Este es el equipo de las esperanzas, de las ilusiones y de los sueños, el equipo que de vez en cuando coincide con nuestros sueños, con el equipo que todas y todos queremos ver dentro de la cancha, ese mismo equipo que fecha a fecha hemos podido ver su cambio, como desde el partido versus Iquique hasta el último partidazo contra la Unión. La hinchada está entusiasmada y el equipo responde. La U es el equipo de las ilusiones o al menos eso nos gusta creer. Vamos leones!