Por Javier Ríos Rodríguez, enviado especial a Buenos Aires.
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El momento del fútbol argentino es de preocupación en todos sus estamentos. En la UCI futbolísticamente, tras la derrota por 2-0 contra Bolivia, que tiene a su selección en el quinto lugar de la tabla rumbo a Rusia 2018; en lo anímico, tras la suspensión de Lionel Messi; y en la parte dirigencial con clubes que no pagan los sueldos, privatización de los derechos de televisión y la añoranza de antiguos dirigentes a pocos días de la asunción de Claudio Tapia como presidente de la AFA.
El panorama hace recordar el estado del fútbol chileno a comienzos del 2000, cuando las irresponsabilidades dirigenciales llevaron a decisiones drásticas y a la creencia de que con la ley de sociedades anónimas deportivas, todos los vicios se erradicarían. Ese proyecto fallido -con los casos de Deportes Concepción o Lota Shwager, como tristes ejemplos- es el que toma más fuerza en Argentina de la mano de las reformas privatizadoras que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri en la Casa Rosada.
Es que el fútbol al otro lado de la cordillera es también política. Así se vio reflejado tras el paro de futbolistas, otro ápice de la crisis, que atrasó el inicio del torneo este año, provocando críticas sobre todos los estamentos del país.
«El problema no se solucionó completamente. Los cuestionamientos de fondo eran políticos y no tanto económicos, entre los dirigentes y sus peleas por llegar a comandar la AFA. Lo que sí, se criticó duramente fue el rol del gremio de los futbolistas (Futbolistas Argentinos Agremiados), que jugó su carta en el final -ir al paro- cuando de antemano ya sabían de todos los problemas que existían alrededor de las deudas salariales. Digamos que cada uno jugó su ficha en el momento que más le convenía, pensando en un bien personal y no en solucionar el real problema de nuestro fútbol», cuenta Silvio Favale, periodista del periódico deportivo Olé, demostrando la influencia del fútbol en la agenda país y el constante choque de poderes dentro de la actividad..
Argentina está agitada. El paro de los docentes detuvo el sistema educacional en todo el país durante días y sacó a la calle a miles de personas por cambios profundos en el inicio del año 2017, reviviendo además viejos anhelos, que días después se vieron reflejados en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que conmemoró 41 años de la dictadura. Por eso que mantener la actividad deportiva suspendida en todo el país, no ayudó a mejorar el crispado ambiente.
Es que en Argentina el fútbol está relacionado con lo más profundo de la sociedad, con asociaciones deportivas en que los socios tienen voz y decisión para llevar el destino de los clubes. Por eso llama la atención que surjan voces que plantean como solución a los problemas la instauración de una ley de Sociedades Anónimas Deportivas, imitando el estilo de conducción que tomaron los equipos en Chile.
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El negocio de la TV y la sombra de Grondona
Un plan privatizador que irrumpió con fuerza y polémica tras la venta de los derechos de televisión que después de una criticada licitación quedó en manos de dos gigantes de las comunicaciones, Fox y Turner que pondrán una inversión de unos US$ 3.000 millones, con la que esperan paliar las críticas de un público que se acostumbró a disfrutar de los partidos de forma gratuita por las señales abiertas de la televisión en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
«La decisión del gobierno nacional de ponerle fin al Fútbol Para Todos fue, tal vez, el problema radical que hizo explotar la AFA, que inició una lucha encarnizada durante varios meses para llegar a un arreglo económico. En medio de todo eso, se convocó a empresas audiovisuales a que presentaran sus proyectos para quedarse con el fútbol y así fue que Fox-Turner les ganó la pulesada a ESPN y Media Pro», cuenta Favale del lío que significó a la junta normalizadora que controlaba la asociación hasta marzo.
El nuevo formato tendrá vigencia a partir del próximo torneo local (el inicio está estimado para agosto) y todavía deberá definirse a través de qué canales será transmitido, además de comprobarse si el nuevo modelo tendrá un incremento significativo en el pago mensual del cable para los televidentes, abrochando el problema para una dirigencia que parece extrañar la mano dura del cuestionado «Poder Grondona».
«Con él todo funcionaba mejor», se escucha en un ascensor de la AFA, mientras se entregan las acreditaciones para el partido de eliminatorias ante Chile. Las palabras al aire de un funcionario de todas maneras hacen eco en la mente de la gente que ha visto un desfile de nombres y situaciones desde la muerte de Julio Humberto Grondona, que tuvieron su momento más recordado en esa elección en la se incluyó un voto fantasma para empatar a 38 votos entre los candidatos Luis Segura y Marcelo Tinelli.
Rodrigo Duben, periodista de InfoBae, explica la importancia del fallecido dirigente y lo que desencadenó el nuevo esquema de la AFA: «Grondona era un dirigente personalista, que no delegaba, tenía todo bajo su ala con una influencia muy importante a nivel sudamericano y en la FIFA. Era excepcional, desde el punto de vista de los que dirigentes que no existe, que hizo historia a su forma. De puertas para afuera todo parecía controlado, pero para adentro la situación era más complicada, la verdad, no creo que se le extrañe, aunque estoy seguro que con Grondona no hubiera habido paro de jugadores, él se hubiera preocupado de que esta crisis no quede expuesta, hubiera tratado de tapar todos los problemas . Murió en el momento justo o si no era uno de los dirigentes apuntados por la justicia estadounidense. Con su fallecimiento se desnudan todas estas cosas, que en su tiempo él se encargaba de solucionar», rememora.
Un presidente Chiqui
Claudio Chiqui Tapia encabeza el nuevo gobierno en AFA con promesas de cambio y establecimiento del orden, pero con la misión principal por parte de los fanáticos de luchar para que se revierta la sanción de Lionel Messi por los insultos ante Chile. Dejando de lado nuevamente los fundamentos profundos de una entidad de su poder, seguramente para operar con tranquilidad en un modelo que satisfaga las exigencias de los presidentes de los clubes asociados.
En este punto las sociedades anónimas surgen nuevamente como la solución, pese a que en tierras trasandinas la experiencia de Racing, por ejemplo, sólo dejó criticas. “No sé si vaya a funcionar. El antecedente en el año 2001, dice que no funcionó muy bien, el club atravesó una crisis, estuvo a punto de bajar a segunda división. Creo que debemos apuntar a Europa y para eso la idea de crear una Superliga se trataría de imitar lo que ocurre en países como Inglaterra, España, e Italia donde están divididas las ligas con las federaciones. Es un buen modelo a imitar, aunque son culturas diferentes, si se trabaja bien, con comunicación y la gente cambia un poco ese modelo puede funcionar bien”, critica Duben, testigo directo de como evoluciona el tema en Argentina.
Favale concuerda: «En ese punto, el último tiempo se generaron controversias. Por un lado, clubes como Boca por ejemplo, se han mostrado a favor de la llegada de sociedades anónimas a nuestro fútbol, aunque de la otra vereda están los otros (River, el que fijó una clara postura en contra), los que todavía entienden que deben continuar como asociaciones civiles», cuenta de la actualidad rivalidad entre los equipos más grandes e influyentes allende Los Andes.
La situación en Argentina es terminal y las posibilidades de superación surgen de manera subterfugia, así como ocurrió en Chile. El mundo del fútbol es testigo de lo que le ocurre al dos veces campeón del mundo y que busca un nuevo destino.
