Con alerones y los neumáticos más grandes por reglamento para este año, redundando en mejores tiempos de vuelta y de velocidad de tránsito en las curvas, los pilotos de la Fórmula Uno insisten en que los autos son mucho más difíciles de llevar que hasta el año pasado. Por eso, Alexander Wurz, excompetidor y actual presidente de la asociación de volantes desde 2014, asume que un aumento de la dificultad al timón de los monoplazas sólo se verá reflejado si la televisación de las carreras hace otro uso de los tiros de cámara y tomas on-board.
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“La transmisión de televisión ya es mejor porque tienen una cámara abordo que se sacude un poco”, dijo Wurz a la revista británica Autosport. “Así que la percepción es que van más rápido, porque los coches son más rápidos y se nota”, agrega el austríaco.
“Si la dirección de la transmisión de televisión se alejara del modelo de negocio de la vieja escuela, de grandes tomas abiertas para tener pocos tiros de cámara muy rápidos, para capturar la velocidad del coche para el ojo, el deporte irá en el dirección correcta”, analiza Wurz.
“Luego, depende de los nuevos propietarios (de la F1) promover, promover y promover…”, afirma.
Mucho más difícil
Wurz cree que la revisión de las regulaciones ha llevado a la F1 a ser “auténtica”, con los pilotos felices y desafiados de nuevo por los autos que conducen.
“Si oyes a un campeón del mundo sin aliento en la radio, porque está esforzándose todo el tiempo, eso no requiere que nadie explique que es físicamente difícil y (que el coche es) difícil de conducir”, se explaya.
Por último, el dirigente de los pilotos aboiga porque se acorte la brecha entre los equipos. “Si tuviera una lista de deseos, diría que si ahora logramos acercar un poco más al primero respecto del último, eso traerá un poco más de competencia. La emoción se acumulará, por lo que será competitivo, auténtico y emocionante. Nos dirigimos en esta dirección”, concluye Wurz.
