Luego de las pobres campañas internacionales de los últimos años, había dudas respecto al debut de Universidad de Chile ante el Corinthians, en Sao Paulo, por la primera fase de la Copa Sudamericana. Sin embargo, esas interrogantes desaparecieron desde el minuto inicial, pues el equipo de Ángel Guillermo Hoyos mostró una buena cara durante el primer tiempo.
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Iban apenas 13 minutos y la “U” ya había avisado dos veces, mediante remates de Sebastián Ubilla y Felipe Mora, que se toparon con buenas respuestas del arquero Cassio. A continuación, el encuentro se enfrió, lo cual fue aprovechado por el Timao, que no encontraba la pelota.
Sin merecerlo, el elenco anfitrión llegó a la apertura de la cuenta, a los 40’. Tras un potente disparo que fue desviado al travesaño por Johnny Herrera, y después de una serie de rebotes, Rodriguinho la empujó a la red sin oposición.
Balde de agua fría para los azules, que tuvieron que irse al descanso abajo cuando habían hecho méritos para estar arriba. Había que remar desde atrás.
Otro golpe, esta vez de nocaut
Hoyos se la jugó por el ingreso del volante argentino Lucas Ontivero, uno de los refuerzos para este campaña, por el joven Iván Rozas. El argentino entró movedizo, aunque sin profundidad.
Viendo que todo seguía igual, el DT transandino mandó a David Pizarro a la cancha por Gonzalo Espinoza. Sacrificó contención por posesión, lo que se notó minutos más tarde.
A los 68’, una pelota quedó picando en la entrada del área azul y Jadson fusiló a Herrera. Otro golpe al mentón, cuando el Corinthians nuevamente no había hecho nada para conseguirlo.
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El gol pegó fuerte y con el 2-0 en contra en el marcador, se vieron los peores pasajes de la “U”. De hecho, si los brasileños no aumentaron, fue por el mal finiquito de sus delanteros y por Johnny.
El Romántico Viajero tuvo una triste expedición, que mereció mejor suerte. El 10 de mayo, en el Estadio Nacional, tendrá que buscar una nueva remontada heroica para anotar en su bitácora.
