¿Por qué un plantel casi idéntico al que obtuvo el título hace un par de meses se encuentra deambulando en la medianía de la tabla y con casi nulas chances de pelear el título a cinco fechas del término del torneo? La interrogante apunta a explicar los motivos que llevaron a Universidad Católica a pasar de ser el merecido bicampeón del fútbol chileno a ser un equipo que mira muy de lejos la lucha por la corona del Clausura y el ansiado tricampeonato.
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En Cruzados habían puesto el plano local como prioridad, pues un nuevo trofeo de Primera les permitía alcanzar un histórico tri en los 80 años de vida del club, sin embargo las cuatro derrotas en línea entre la segunda y tercera fecha, más la goleada 5-2 sufrida ante Audax Italiano en La Florida, quemaron lo que le quedaba de ilusión a los franjeados ¿Por qué la UC se convirtió en un cuadro vulnerable por sus rivales criollos?
«El funcionamiento colectivo del equipo no ha estado a la altura y, desde mi punto de vista, eso pasa mucho por una baja evidente en rendimientos individuales. Kalinski, Buonanotte y Noir no han mostrado su mejor nivel en este torneo y los tres anduvieron muy bien en el torneo en el que salieron campeones. La diferencia de sus niveles ha sido amplia«, apunta el capitán de la Católica que ganó el título de 1987, Osvaldo Hurtado.
Para Jorge Ormeño, quien fuera pilar en las conquistas del Clausura 2005 y el Bicentenario 2010, el fallido cambio de sistema táctico de Mario Salas, quien probó en la primera parte del torneo con un 3-5-2, resultó determinante. «En un torneo tan corto no se pueden dar ventajas. Se fue un jugador importante (Nicolás Castillo) y al comienzo de torneo se buscó suplir su baja con un esquema diferente, pero ese intento no dio resultado. Los puntos perdidos en esas fechas costaron caro», sostiene.
En tanto Jorge Aravena, campeón y goleador de la UC que se coronó en 1984, pone otro elemento sobre la mesa: la falta de refuerzos, considerando que solo Santiago Silva fue rostro nuevo después de la última intertemporada. «El hecho de que sea prácticamente el mismo equipo también se puede tomar como un factor perjudicial, porque con un par de refuerzos más, el equipo se hubiera potenciado mucho mejor y hubiese contado con más alternativas de juego», establece.
La transición de Castillo a Silva en la UC
Del once tipo del plantel de la UC que consiguió el título del Apertura 2016-2017, sólo un jugador dejó el equipo: el delantero Nicolás Castillo, quien partió al Pumas de México y fue reemplazado por el experimentado atacante uruguayo Santiago Silva, quien a sus 36 años decidió terminar de forma anticipada su vínculo con Banfiled de Argentina para convertirse en el único refuerzo cruzado de cara al primer semestre de 2017.
Reemplazar a Castillo y ser el único fichaje en el último ciclo de mercado han sido los factores que han puesto todas las miradas sobre Silva. El charrúa está llamado a ser la principal carta de gol de la Franja, sin embargo en 10 encuentros en el plano local, el Tanque sólo ha convertido los goles. Pero para los históricos que entregaron sus opiniones, la falta de gol no se le puede cargar en su totalidad al ex Boca Juniors.
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El Mortero Aravena estima que «para que un goleador tenga posibilidades de anotar, le tienen que pasar el balón. Un centro delantero del estilo de Santiago Silva necesita ser asistido y lo más pulcro posible. Uno nota que en este torneo Silva recibe menos asistencias de las que habitualmente recibía Castillo en el torneo pasado. Choca mucho, tiene que luchar cada balón, se busca opciones, pero no le llega mucho el balón«.
El Arica Hurtado opina algo similar al plantear que «no se le puede echar la culpa a Silva. Si la UC no ha convertido más goles en este campeonato eso pasa por el mal funcionamiento del andamiaje total del equipo y no por el delantero encargado de anotar. Hasta ahora, por ejemplo, Buonanotte no ha podido complementarse bien con Silva como sí lo hizo con Castillo en el torneo pasado».
Mientras tanto el Negro Ormeño, conectado su comentario sobre el cambio de esquema en la primera parte del Clausura con el tema Santiago Silva, fundamenta que «cuando se va un jugador tan importante como Castillo, los equipos tienden a buscar diferentes fórmulas para reemplazarlo. Aquí Católica intentó con un nuevo esquema en su momento y con un reemplazante como Silva, quien llegó muy sobre la hora. Eso hizo que se perdiera tiempo, porque el Tanque no se pudo adaptar tan rápido y eso costó mucho».