O’Higgins visitará este viernes a Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, en el duelo que abrirá los fuegos de la undécima fecha del torneo de Clausura. Será un duelo de realidades distintas, ya que por un lado estará un cuadro local que ya se bajó de la pelea en el plano local, mientras que por la otra vereda estará un visitante que debe sumar para seguir en la pelea por el título.
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Ante dicho panorama, desde el conjunto celeste, el director técnico Cristián Arán asumió la incertidumbre que significa enfrentar a la UC de Mario Salas a esta altura del semestre. «No sé qué equipo nos vamos a encontrar imaginando que juegan a los tres o cuatro días por Copa Libertadores un partido determinante. Pero más allá de quién juegue son equipos que tienen un plantel muy grande, dos jugadores de jerarquía por puesto», estableció el entrenador rancagüino.
Sobre la importancia del lance ante la Franja pensando en los objetivos semestrales, el casildense expresó que «vamos con mucha ilusión contra un equipo, que más allá del resultado del último partido, es el bicampeón de Chile, está invicto en Copa Libertadores. Indudablemente será una dura prueba para ver si tenemos la chance de pelear hasta el final».
En cuanto al planteamiento que O’Higgins debe aplicar el viernes en la precordillera, Arán sostuvo que «nos tenemos que enfocar en nuestro partido, tratar que el equipo defienda bien y que ataque mejor. Que cuando no pueda atacar mantenga el control de la pelota, que si bien no es una característica nuestra en algún momento se necesita», agregando que «vamos con todas las ganas y la necesidad de sumar tres puntos. El hecho de hacerlo no nos garantiza nada, pero de no hacerlo, la situación en lo numérico empeoraría».
Cabe destacar que para el encuentro ante los cruzados, el elenco de la Sexta Región recuperará al suspendido mediocampista Alejandro Márquez y al lesionado extremo Pedro Muñoz, mientras que el defensa Fabricio Fontanini trabaja para estar en óptimas condiciones físicas. Descartados están el lateral Manuel Bravo y el volante Santiago Lizana.
