Esteban Paredes, el goleador de 36 años que todos los colocolinos aman, dio una entrevista en profundidad en donde reveló detalles de su carrera y vida privada, de sus sueños, sus penas de infancia, sus miedos y felicidad.
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En conversación con la revista Qué Pasa, el delantero albo reveló que su sueño de niño era ser detective, que ahora le gustaría ser profesor pese a que está estudiando para convertirse en entrenador.
En su faceta como futbolista, el oriundo de Cerro Navia sueña con estar en la Copa Confederaciones y llegar al Mundial de Rusia, y aunque le preocupa inmensamente el tema del retiro le manda un mensaje de tranquilidad a los colocolinos: «Voy a seguir jugando hasta que físicamente no dé más».
Por qué no fue detective: «(No postulé) porque tenía unos tíos medio malos (ríe). Antes te revisaban todo: los antecedentes de toda la familia. Hoy creo que sólo de los padres. Y como mi tío tenía papeles, no pude. Igual después cuando ya jugaba en Colo Colo, un amigo, al que le decimos el Jimmy Carter, me llevó a la escuela y me hizo un tour. Vi donde hacían los simulacros, todo”.
Las claves para su buen presente: «Lo más importante para poder rendir es estar bien en la casa (…) Hay que llegar temprano (a casa). La familia siempre es lo primero, y como decía, estando bien en la casa con la señora e hijos es lo menos para poder rendir después. Normalmente siempre yo he estado bien en la casa, por ahí en los matrimonios uno tiene problemas. Y uno no quiere verse afectado en lo futbolístico. Le tengo temor al día en que digan que no corro, que estoy viejo. Cuando pase eso uno tiene que darse cuenta antes y dar un paso al costado. Es parte del proceso que uno vive y hay que estar preparado y saber cuál es su límite. Voy a seguir jugando hasta que físicamente no dé más”.
La importancia de Marcelo Bielsa en su carrera: «Él no tenía regalones, jugaba el que mejor estaba nomás. Luego de los partidos en la Copa Kirin me llamó y me preguntó cómo había jugado. Yo le dije que más o menos, que había dado todo, pero me faltaba mucho por aprender. Él no me dijo nada. Después, en las siguientes nóminas me mostraba videos y me decía: mire, don Esteban, este movimiento sí, este movimiento no. Eran diferencias súper chicas, un paso hacia la izquierda y luego hacia adentro. Eso te permitía sacarle un metro al defensa y patear al arco”.
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¿Llega a la Confederaciones?: «Veamos poh. Falta poco tiempo, hay que seguir trabajando. Y si me toca ir y entrar uno o noventa minutos, voy a dar el máximo”.
¿Y Rusia?: ¡Ahora se ve cerca! Pero falta todavía. Físicamente estoy bien, estoy haciendo goles, y claro, si uno sigue así, a uno también se le abre el apetito y después ya quiere jugar todos los partidos. Es una meta y pondré todo de mí para alcanzarla y ser una opción.
La ausencia de su madre y la dura infancia: «Mi mami hasta el día de hoy lo único que acepta es que se fue y que de los cinco a los trece años nunca me vio. Eso es lo que siempre le reproché, porque todos los papás pueden separarse, por cualquier razón, pero ellos no dejan de ver a sus hijos. Eso le reclamé cuando volvió. Uno de repente se apega más a la mamá como hombre, pero acá fue lo contrario. Me quedé con mi papá, primero me criaron unos tíos, después otra señora”.
La compra de televisores robados: «Me dolió por el tema de mis hijos. De que los podían molestar. Pero menos mal el colegio se portó bien y no lo pasaron mal. A todos nos puede pasar. Mucha gente compra. Si pudiera devolver el tiempo no lo hago. Porque si veo todo el daño que le puedo hacer a la gente que me quiere, que me rodea, es inmenso”.
El retiro: «Me preocupa el retiro. Sé que me pondré triste, que por ahí me reprocharé ciertas cosas. Por eso trato de venir a entrenar todos los días feliz, contento, porque siento que estoy en la última etapa de mi carrera y hay que disfrutar. Siempre he sido fuerte de cabeza, voy a podérmela”
Sus sueños: «Que mis hijos sean felices y ganar la Libertadores”.
¿Le gusta leer? «eso es verdad. Ahora estoy leyendo El fútbol a sol y sombra, de Galeano. Ahora último me he metido mucho más en la lectura. Me sirve para aprender, para desestresarme en las concentraciones, en los viajes largos. Y también me ha ayudado en la vida diaria, con herramientas para dar charlas o expresarme mejor. También me leí la biografía del Diego (Maradona). Y la Biblia varias veces, porque me la pasan regalando, pero aún no la entiendo bien (ríe).