El técnico de Universidad de Chile, Ángel Guillermo Hoyos, destacó la alegría de sus jugadores tras el triunfo 2-0 sobre Santiago Wanderers, que le permitió a los azules alcanzar, por el momento, a Colo Colo en la cima del campeonato.
PUBLICIDAD
«Es un momento lindo, que hay que disfrutarlo. Un momento hermoso para el club, para la gente, para todos nosotros que trabajamos en el club. Cada partido es duro, intenso y hoy fue muy complicado, encima el horario fue complicado por el tema del calor, lo que nos quitó frescura ante un rival que tiene la dificultad de la posición donde está», analizó el argentino.
Consultado sobre si esta situación pone presión a Colo Colo, Hoyos indicó que «no sé si es presión, sí es el trabajo que se ha hecho. Nos vamos tranquilos y contentos, porque hicimos nuestro trabajo y el equipo ganó. Esa felicidad no se modifica por lo mal que le vaya a otro. Yo nunca le deseo el mal a nadie, disfruto este momento y no quiero ir más allá de eso, quedan cuatro partidos».
A la hora de analizar el aporte de Yerko Leiva, quien ingresó favorecido por la lesión de Iván Rozas y anotó un gol, el adiestrador aseguró que «lo de Yerko es la misma sintonía que habíamos hecho con Iván, que viene trabajando desde los primeros días. Hoy hay varios juveniles que pueden estar en esa posición. La idea no era ponerlo por los minutos, sino porque se ha abierto el camino, al igual que Iván».
«Creo que hay una base muy grande que es la dimensión que es el club, el equipo y su gente, 30 mil personas no se mueven en cualquier lado. Los jugadores son de jerarquía, no sólo nacional, sino internacional. Sé que el plantel es muy prudente, humilde y sencillo, lo vamos a disfrutar, pero en silencio», añadió.
Como previa del duelo de la próxima semana ante Universidad Católica, aseguró que «estoy tranquilo por el hecho que estamos con seres humanos íntegros y a partir del martes trabajamos con miras al próximo objetivo, que es el próximo sábado y tratar de enfrentarlo con lo mejor con las posibilidades que tenemos. Prevalece una alegría interior, pero con mucha cautela».