«Estoy viviendo el presente y eso me tiene muy contento», dejó en claro el futbolista de Universidad Católica Milovan Mirosevic cuando se le preguntó por sus proyecciones, después de volver a las canchas en el triunfo 5-2 sobre O’Higgins en San Carlos de Apoquindo, por la undécima fecha del Clausura.
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Tras un año sin jugar un partido por los puntos, el mediocampista de 36 años retornó a la actividad profesional en una semana especial. Su regreso se produjo en el mismo día del aniversario 80 de club y días después de haber recibido su título de director técnico en el INAF.
Pero más allá de su último logro académico, el Milo insistió que, por ahora, solo piensa como jugador. «Estoy en una etapa en mi vida en la que la considero importante pensar en mi futuro, pero yo soy jugador de fútbol todavía, me siento jugador de fútbol todavía y lo del curso de técnico lo estaba haciendo de forma paralela», manifestó.
Sobre el hecho de volver a jugar, el ídolo cruzado comentó que «para mí fue un tiempo muy largo, pero por suerte pude entrar a la cancha y romper ese hielo de volver a jugar, de reencontrarme con la gente y qué mejor forma como en un partido que se dio ante O’Higgins».
«Terminamos el día del cumpleaños del club de muy buena forma, creo que los hinchas se fueron contentos, el equipo respondió, independiente de la cantidad de cambios que hubo», valoró el 10 de la Franja.
En cuanto al cariño expresado por la hinchada de Católica, la que entonó cánticos exigiendo su entrada antes que el DT Mario Salas dispusiera su ingreso a loa 76′ en lugar de Carlos Espinosa, Mirosevic declaró que «eso me pone muy contento, muy agradecido y era una de las cosas que me motivaba por volver a estar bien,. Lógicamente fue un tiempo difícil y no se me hizo fácil».
Justamente sobre el período que pasó fuera de las canchas, el referente de la precordillera contó que «para mí era un objetivo volver a jugar. Primero tenía que estar bien, a partir de ahí comenzar a entrenar y no era fácil poder jugar por la calidad de jugadores que hay en Católica y el ritmo con el que se entrena, pero me pude poner a punto y tiene un significado especial volver a jugar en esta cancha».