Por Álvaro Burgos – @alvaroburgos
Medio partidario Frecuencia Cruzada
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¿Qué hubiese ocurrido si no perdíamos en Playa Ancha y ganábamos a Palestino en Santa Laura? Probablemente estaríamos ad portas de vivir la misma tónica a la cual nos acostumbra la UC, pelear siempre los torneos, buscando ser protagonistas y dejando una buena imagen en el futbol nacional y muy en alto el nombre de la Universidad Católica.
Este semestre desaprovechamos una opción histórica, la cual hubiese venido a borrar otra histórica, el bicampeonato y supercopa obtenida el 2016. Tranquilos, que no ganar un tricampeonato no modifica en nada el panorama. Hasta meritorio encuentro habernos quedado celebrando el 2016.
En 80 años recién alcanzamos un Bicampeonato, acortamos el promedio de años sin ganar un título y mejoramos la estadística que nos permite decir que «siempre peleamos». El 2016 fue un gran año como para tirar todo por la borda y no cuadrarnos detrás de la camiseta y apoyar al equipo de cara los tres últimos partidos que quedan este primer semestre.
Ad portas de abrochar una nueva opción a un título, eso es lo que nos jugamos con Iquique el sábado. Acceder a la Supercopa es un premio a la regularidad «sostenida» de la UC, un premio que debemos aprender a querer, resaltar y defender. El chaqueteo de nuestro país es monumental, el éxito por el éxito le ha hecho mucho daño a nuestra sociedad y por lo mismo, siempre estar arriba es un mérito que debemos tener consciente y entender que «siempre» estar con opciones es positivo, termines en la cornisa o tocando una copa.
A esto nos enfrentamos, en 5 días más, podemos demostrar en cancha que merecemos jugar la Supercopa 2017 y en el plano internacional, si estamos para jugar octavos de final de Copa Libertadores o seguiremos en camino por la Sudamericana. Orgullo debemos sentir los hinchas de la UC, la pasamos mal, estuvimos ahí, nos abrazamos y volvimos a celebrar como antaño. Somos un pueblo fortalecido, con una piel gruesa que nos permite sortear tropiezos, con un carácter que te exige levantarte e ilusionarte cada vez que la Franja salta a la cancha y mirando el futuro con optimismo.
Para todos hay aprendizajes en este torneo nacional, para dirigentes, para cuerpo técnico, para jugadores y para nosotros los hinchas. Evaluar en justa medida el éxito es uno de ellos, entender que para sostenerlo en el tiempo se requieren de cosas distintas, situaciones que no conocíamos y que por ahí y la inexperiencia nos jugó en contra. Solo puedo hablar desde la vereda del hincha, la cual me permite decir que nunca debemos dejar de creer en este grupo de jugadores y que los títulos son un regalo y como tal hay que agradecerlos.