Muy pocos podían imaginar que el volante francés N’Golo Kanté, que desembarcó en Inglaterra en agosto de 2015 por 5,6 millones de libras procedente del Caen, se iba a convertir en pieza indispensable en los esquemas de los dos últimos campeones de la Premier League.
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Llegó sin hacer ruido y este viernes se ha convertido en el primer futbolista en coronarse campeón de la liga inglesa con dos clubes diferentes en dos temporadas consecutivas, desde que lo hiciera, allá por 1993, su compatriota Eric Cantona, primero con el Leeds United (1991/1992) y más tarde con el Manchester United (1992/1993), justo en el año de inicio de la Premier League como la conocemos en la actualidad.
El cotizado ojeador Steve Walsh, quien poco antes había encontrado a Jamie Vardy y a Riyad Mahrez, lo vio brillar en el Caen y se lo llevó sin dudarlo al Leicester City.
Con un despliegue físico encomiable -175 entradas exitosas, 31 más que ningún otro jugador-, Kanté encajó a la perfección en el sorprendente Leicester, que, para sorpresa de todos, ganó sin discusión la Premier League, en una de las hazañas futbolísticas más insólitas que se recuerdan.
El delantero Jamie Vardy, que superó el récord de jornadas consecutivas marcando de Ruud van Nistelrooy, y el mediapunta Riyad Mahrez, nombrado mejor jugador del año, coparon las portadas, pero lo cierto es que N’Golo resultó tanto o más importante que sus dos colegas.
Todo le llegó muy rápido a Kanté: la gloria en la Premier, el nombramiento en el once ideal de la temporada y la llamada a la selección francesa, con la que llegó a la final de la Eurocopa 2016. Sin embargo, su cuento de hadas no terminó ahí, ya que Antonio Conte, recién nombrado entrenador del Chelsea, puso los ojos en él nada más firmar el contrato.
El 16 de julio de 2016, casi un año después de su llegada a Inglaterra por la puerta de atrás, estampó su firma en un jugoso contrato de cinco temporadas con el Chelsea. Los londinenses, tras una campaña nefasta, buscaban recuperar la gloria perdida y reconquistar su trono de campeón de Inglaterra.
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Por unos 40 millones de dólares Kanté llegó a Stamford Bridge para seguir haciendo historia en la isla. Otra temporada excelsa, en la que demostró que su buen trabajo en el Leicester no fue casualidad, lo reafirmó como uno de los mejores mediocentros defensivos del mundo.
Y así se lo reconoció la Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra (PFA, por sus siglas en inglés), que lo nombró mejor jugador del año en la Premier League, por delante de «pesos pesados» como su compañero Eden Hazard, Zlatan Ibrahimovic (Manchester United), Alexis Sánchez (Arsenal), Harry Kane (Tottenham Hotspur) y Romelu Lukaku (Everton).
Después de alcanzar la gloria con el Leicester, Kanté vuelve a coronarse campeón de liga, convirtiéndose en el primer jugador en más de 20 años en conquistar el título en dos temporadas consecutivas con dos equipos diferentes.
