Los naranjos, se sabe, florecen en primavera.
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Pero hay excepciones que confirman la regla.
Por eso, no sorprende que –en pleno otoño– los Naranjo florezcan en Codegua.
En la tercera fecha del Total TP Race by Dunlop, la principal categoría del automovilismo de pits chileno, la familia Naranjo se lució y terminó celebrando, feliz. No sólo porque Andrés logró el triunfo en la carrera, sino porque también Patricio, el actual campeón de la serie, logró rescatar valiosos puntos en su intento de retener la corona, luego de que desperfectos mecánicos lo obligaran a largar la final desde la calle de boxes.
La jornada no pudo estar más entretenida, movida y llena de sorpresas y cambios de actos.
El anticipo
Las novedades comenzaron temprano. Tras los entrenamientos matinales, la pista húmeda hizo que varios de los 16 pilotos se vieran obligados a cambiar la puesta a puntos de sus autos, pues las condiciones del asfalto así obligaban, luego de haber rodado con superficien seca en las pruebas del viernes.
Así, en la clasificación, quien mejor se adpató a las cambiantes condiciones del terreno que proponía el Autódromo Internacional de Codegua fue el debutante Javier Scuncio. El menor de la dinastía, eso sí, no podría disfrutar del todo de su logro. En la vuelta de posicionamiento para largar los 12 giros de la serie, su Citroën DS3 se quedó parado en plena recta: Una homocinética lo dejaba sin poder largar y obligándolo a salir desde el fondo de la grilla para la final.
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Ese golpe de escena sería sólo el anticipo de lo que vendría en una jornada emotiva.
En la serie, heredaba salir en solitario desde la primera fila, aunque desel lado sucio, Maurizio Bustos. El excampeón de la monomarca Tiida, también en un Citroën preparado por Tobero asomaba como favorito y parecía controlar los primeros compases de la carrera. Hasta que se le abrió el capot y tuvo que pasar por pits para que lo cerraran y aseguraran.
Con eso, Patricio Naranjo peleaba con Víctor Márquez la victoria y buscaban ganar la manga que les permitiría salir en la final desde la pole, repitiendo el duelo de las dos primeras citas del torneo, en el circuito de Interlomas, en Temuco. Claro que el campeón vigente del Total TP Race by Dunlop sufría desperfectos en su caja de cambios y terminaba relegado, permitiendo el triunfo del piloto de Mini, escoltado por Andrés Naranjo, hermano del monarca.
Desde el fondo, donde largó por una penalización, arremetía Rodrigo Hernando, el líder de filas de los Citroën. Remataba quinto en la carrera clasificatoria y proponía su candidatura para quedarse con la victoria.
Acción frenética
Entre la serie y la final, en los boxes no hubo respiro.
En el pit de Tobero, los mecánicos de la escudería le sacaban el parabrisa al DS3 de Jorge Bas, para instalarlo en el Bustos y así permitir que el rápido volante pudiera largar. Por otro, los técnicos de Melhuish trabajaban bajo el auto del propio Bas, intentando sacar la caja de cambios del Citroën para instalarla en el Peugeot 208 de “Pato” Naranjo, aprovechando que ambos coches son idénticos, hermanos de chasis, motor y transmisión.
Con lo justo, ambas maniobras se concretaron, claro que en el caso del hombre de la marca del león, debieron cargarle combustible cuando ya se encontraba en la salida de la calle de boxes, lo que le valió una recarga de tiempo para afrontar la final. Parecía que la jornada de Naranjo no podía ser peor.
Ya con la luz verde de la final a 20 giros, Andrés Naranjo aprovechó los kilos de lastre de Márquez para arrancarse en punta, mientras la pelea se daba por el último peldaño del podio. Claro que, desde el fondo, asomaban Bustos y “Pato” Naranjo, superando rivales.
A río revuelto, ganancia de Claudio Concha, que se hizo del tercer puesto, mientras Ariel Olguín remataba cuarto, seguido por Hernando, “Pato” Naranjo y Bustos.
El triunfo de Andrés Naranjo fue inapelable, mientras Máquez hacía un colchón de puntos que pueden valerle el campeonato a final de año, aunque las unidades rescatadas por los pilotos de Citroën y por el propio hermano del ganador hacen que la próxima cita, el 10 de junio en el mismo trazado de la Región del Libertador, asome como una competencia clave en una categoría tan estrecha como el Total TP Race by Dunlop.
Alegría por dos
En el garage del equipo Melhuish, las caras sonrisas eran más grandes que en el resto del paddock. Partiendo por un exultante Andrés Naranjo, quien estaba prendido con el triunfo. “Ganamos la carrera en la largada. Luego, tuvimos un ritmo constante que nos permitió establecer una buena ventaja. Sabemos que, con el ‘Pato’ (su hermano), somos rivales directos en la licha por el título, que queremos que se quede en la familia”, afirmaba el ganador, ilusionado con quitarle el “1” a quien sionreía unos metros más allá.
“Largamos desde boxes y, en la penúltima vuelta, habíamos escalado hasta la tercera posición. Haber logrado una buena cosecha de puntos es demasiado bueno”, resumía Patricio Naranjo, el campeón, que pese a no estar en el podio, estaba feliz con haber minimizado las pérdidas en una carrera que estuvo a punto de no poder correr por culpa de la transmisión.
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