El lateral argentino Fabián Monzón comenzó el 2017 lleno de problemas. Una rotura de meniscos lo dejó fuera de casi todo el torneo de Clausura, y recién volvió en la antepenúltima fecha al ingresar en el partido ante Cobresal que ya estaba completamente cerrado a favor de la U.
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Pese a eso, el ex Boca Juniors sabía que su futuro en los azules estaba en juego en la recta final del campeonato y así lo demostró este domingo al ser uno de los más motivados en la llegada de los universitarios al estadio El Teniente de Rancagua. En el arribo del bus azul, Monzón llamó la atención de inmediato al llegar golpeando las ventanas y gritando cánticos a favor de los azules. Con mate en la mano, el zurdo se veía contento y alentando a sus compañeros antes de salir al recinto de la sexta región.
Un ímpetu que le sirvió para ganarse la confianza del técnico Guillermo Hoyos, quien, cuando se jugaban 16 minutos de partido, lo llamó para ingresar por el lesionado Leandro Benegas. Un cambio sorpresivo que llamó la atención, pero que le rindió frutos al DT. Es que cuando la U ganaba 1-0 en el segundo tiempo, Monzón lanzó un zurdazo que sorprendió al arquero Miguel Pinto, y a todo El Teniente, con una pelota que se coló de forma inesperada en al arco norte del recinto rancagüino.
Un golazo que no se esperaba ni el propio lateral y que lo hizo cerrar una tarde mágica en Rancagua. Sólo cinco minutos después de su tanto, Hoyos dispuso de la salida de su apuesta para darle descanso y dispuso el ingreso de Conteras. Monzón vivió una tarde triunfal y ayudó para dejar a la U en la cima del torneo del Clausura y con la primera opción de llevarse el título, aunque aún pelea palmo a palmo con Colo Colo.
