Hubo que esperar, pero este viernes Jorge Sampaoli finalmente habló de su opción de dirigir a Argentina. Pese a que ya todos saben que será el nuevo entrenador de la Albiceleste, el técnico sólo se refirió al deseo que tiene de entrenar a la selección de su país natal y aseguró que aún tiene que conversar sobre su cláusula de salida con el Sevilla, su actual club, para que su llegada sea oficial.
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Lo cierto es que el técnico, por ejemplo, ya está cumpliendo funciones como técnico de la Albiceleste y entregó la nómina para el amistoso que jugarán el 9 de junio ante Brasil, donde se estrenará en la banca. Luego, el 13 del mismo mes, tendrá su segundo compromiso, cuando enfrenten a Singapur para celebrar los 125 años de la asociación de fútbol de su rival.
Y esta salida de Sevilla ha generado gran controversia en España, donde critican la forma en la que abandonó el club y su falta de lealtad al tener listo el acuerdo con Argentina mientras aún dirigía a los españoles en un periodo clave para conseguir un cupo en la Champions League. Esta molestia quedó claramente reflejada en una columna publicada en el diario Estadio Deportivo, titulada «Juicio final a Sampaoli».
«Va a pasar a la historia como el entrenador infiel, desleal, traicionero, sin escrúpulos, que antepuso su sueño personal de entrenar a la Argentina de Messi, al respeto y al agradecimiento a una institución centenaria -y a su afición- que le dio la opción de abrirse paso en Europa. Dirigir al mejor futbolista del mundo debe ser muy tentador, hacerse un hueco en la historia del fútbol siempre resultará más fácil al son de la zurda del mejor jugador del mundo -en otro escalón diferente a cualquier segundo-, pero meterse en el vestuario de ‘D10S’ no debería haberle cegado hasta el punto de convertir su salida del Sevilla en un molesto serial para los aficionados sevillistas», comienza la dura crítica.
«Si se pudiera dividir la valoración en partes, habría ovación para una primera vuelta de ensueño, pitos para el tramo que sigue a la eliminación en Champions ante el Leicester, e indiferencia a quien no supo decir adiós de sevillanas maneras, con la cabeza alta y mirando a los ojos sin complejos ni mentiras que esconder. Se marchará Sampaoli por la puerta de atrás, quedará como uno más en la larga lista de entrenadores que han dirigido al Sevilla, y se habrá perdido la oportunidad de saber si, en un segundo año, su fútbol quedaba en mentirosos fuegos de artificio o daba para agarrar la punta toda una campaña y campeonar», concluyen.
Una salida nada de digna de Jorge Sampaoli y que le ha costado críticas por montón a su forma de manejarse.